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TRIBUNALES HOMICIDIO

Empieza el juicio contra el cazador que mató a un agricultor en Tàrrega

La Audiencia eligió ayer al jurado popular y Fiscalía pide 13 años de prisión

El acusado durante la reconstrucción del crimen.

El acusado durante la reconstrucción del crimen.A. GUERRERO

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La Audiencia de Lleida eligió ayer al jurado popular que a partir del lunes se encargará de determinar si Francisco Martín, de 75 años y vecino de Sant Just Desvern, disparó con su escopeta de caza de manera voluntaria o accidental a Ramon Rivera Freixes, un vecino de 53 años de Santa Maria de Montmagastrell, núcleo agregado de Tàrrega, el 18 de diciembre de 2014. El lunes se celebrará la primera vista, en un juicio que podría durar toda la semana.

El jurado popular estará formado por seis mujeres y tres hombres (también hay dos suplentes) que fueron seleccionados ayer entre 24 candidatos por el tribunal de la Audiencia de Lleida, la Fiscalía y los abogados de las acusaciones particulares y la defensa. El proceso se alargó durante unas cuatro horas. Deberán emitir un veredicto después de escuchar al acusado, los testigos, los Mossos d’Esquadra que investigaron el caso y los peritos. Con todo ello, deberán determinar si fue un acto voluntario, como sostienen las acusaciones, o accidental, como ha mantenido siempre el acusado.

El jurado deberá dirimir si el tiro fue voluntario, como dicen las acusaciones, o accidental, según el autor

El Ministerio Público solicita que se le imponga una pena de 13 de años de cárcel como autor de un delito de homicidio con agravante de abuso de superioridad (al llevar él una escopeta e ir la víctima desarmada) y solicita también una responsabilidad civil de 400.000 euros para indemnizar a la hija de 19 años de la víctima con 250.000 euros y a cada uno de los sus hermanos con 50.000 euros. En cambio, los familiares de la víctima, representados por los abogados Dani Ibars y Enric Rubio, solicitan que el acusado sea condenado a 20 años de prisión por un delito de asesinato. Fiscalía y las acusaciones señalan que el acusado era plenamente consciente de sus actos, que disparó intencionadamente en el cuello a la víctima a una distancia de entre uno y dos metros y que no llamó a los servicios de emergencias inmediatamente. En cambio, la defensa, que pide la absolución, mantiene que los dos hombres se enzarzaron en una discusión y que la escopeta se disparó durante un forcejeo.

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