Juzgan a un exconcejal de Cervera por injurias al alcalde Ramon Royes

El exconcejal de Cervera Mateu Figuerola se sentó ayer en el banquillo acusado de un delito de injurias por la querella que le interpuso el alcalde de la capital de la Segarra, Ramon Royes. El alcalde, que ejerce la acusación particular, se querelló contra el exedil por varios artículos que publicó en una revista local en 2013 en los que lo acusaba de “jugar sucio” y de “hacer negocios personales desde los despachos de la Paeria”, en el contexto de polémica urbanística que vivía entonces Cervera por la construcción de nuevos supermercados de Mercadona y Esclat.

Ramon Royes pide que Mateu sea condenado al pago de una multa de 8.400 euros (a razón de 20 euros diarios durante 14 meses) como autor de un delito de injurias graves y que lo indemnice con otros 12.000 euros por el perjuicio que le ha causado. Su letrado, Carles López, aseguró que Figuerola “acusó a Royes de tráfico de influencia, prevaricación y corrupción por tener intereses personales. Hizo unas acusaciones que van más allá de la crítica política y le vilipendió públicamente”. Royes declaró que se querelló porque puso en duda su honorabilidad.

Por su parte, Figuerola, que por aquel entonces era concejal no adscrito y anteriormente lo había sido por Plataforma per Catalunya, negó las injurias y, en su último turno de palabra, afirmó que “llevar este caso a los tribunales ha sido un pérdida de tiempo”. La Fiscalía pidió una sentencia absolutoria al considerar que, en este caso, prevalece la libertad de expresión. La fiscal aseguró que “pueden ser afirmaciones no educadas pero no son injuriosas. Los políticos saben que se enfrentan a este tipo de acusaciones”. Este fue el mismo argumento que utilizó la defensa de Figuerola.

En el juicio, también declaró Joan Valldaura, que fue alcalde de Cervera entre 2007 y 2011 y que en 2013 era edil por el PSC, aseguró que “en los plenos había situaciones de tensión por el plan urbanístico”. El juicio quedó visto para sentencia.

La polémica por las superficies comerciales de Cervera se ha alargado durante años en la capital de la Segarra. Se remonta a los últimos años de Salvador Bordes al frente de la Paeria y los mandatos de Joan Valladaura y Ramon Royes. El proyecto para un establecimiento de Mercadona y el traslado de Esclat alentó una batalla por la ordenación urbanística de la ciudad, que debía delimitar las zonas donde se instalarían estos nuevos comercios.Críticas cruzadas y acusaciones a raíz de esta cuestión entre grupos políticos congelaron durante más de una década el POUM. En las elecciones de 2015, dueños de fincas impulsaron una candidatura para evitar, sin éxito, que Royes repitiera como alcalde. Actualmente en el pleno hay ocho fuerzas políticas para solo 13 concejales.