Lleida recibe 85.000 turistas en Semana Santa y el esquí cierra con cifras precovid

Las comarcas leridanas han recibido unos 85.000 visitantes durante las vacaciones de Semana Santa, entre el 9 de abril y ayer, Lunes de Pascua. Esta es la estimación del Patronato de Turismo de la Diputación, que cifra en más de 275.000 las pernoctaciones en establecimientos turísticos del llano y del Pirineo.

La mayor parte se concentró entre el Jueves Santo y el Domingo de Pascua, cuando la ocupación en las destinaciones turísticas de montaña se situó en un 95% y muchos establecimientos colgaron el cartel de lleno. Estas cifras son algo inferiores a las del año pasado, pero se sitúan en niveles previos a la Covid y afianzan la tendencia a la recuperación del sector. El esquí, por su parte, despidió la temporada con la clausura de las últimas estaciones y, a la espera de cerrar cifras definitivas, sus responsables apuntan ya a resultados similares a los de antes de la pandemia.

La media de ocupación hotelera se situó en un 95% desde el Jueves Santo al domingo, mientras que en los días previos osciló entre el 30% y el 40%. Turismo rural y campings ya superaron el año pasado los resultados previos a la Covid: la pandemia ha favorecido la afluencia de turistas del resto de Catalunya, el mayoritario en Lleida, y acentuó la demanda de destinos de naturaleza y libres de aglomeraciones. En Semana Santa esta tendencia se ha ratificado: las casas rurales se han llenado tanto en el llano como en el Pirineo desde el jueves hasta el domingo, y tuvieron una ocupación del 40% en días anteriores.

Los campings han colgado el cartel de lleno en los bungalows, especialmente desde el Jueves Santo. En cuanto a las zonas de acampada, los turtistas han llenado el 70% de las plazas del Prepirineo y el 40% en el Pirineo. Lluvia y mal tiempo al inicio de la semana pasada redujeron la afluencia de visitantes.

El cierre ayer de Baqueira Beret, Boí Taüll, Port Ainé y Espot Esquí puso fin a la temporada de turismo de nieve en Lleida. Lo hicieron todavía con nieve en sus pistas, después de que Port del Comte, Tavascan y las estaciones de esquí nórdico dieran por concluida la campaña en semanas anteriores. Fuentes de los diferentes complejos de esquí indicaron que han alcanzado por primera vez cifras previas a la Covid, después de que restricciones a la movilidad recortasen la afluencia de público en las dos temporadas anteriores.

Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) afirmó que la larga duración de la temporada, con 144 días, ha favorecido regresar a cifras anteriores a la pandemia. Así, Espot Esquí recibió 65.579 personas, un 12% más que en la campaña 2019-2020, mientras que 119.218 acudieron a Port Ainé, un 18% más que hace dos años. Boí Taüll concluyó la temporada con 132.940 esquiadores, según FGC.

Por su parte, fuentes de Baqueira Beret corroboraron que, a la espera de incluir en los próximos días las últimas cifras de esquiadores en Semana Santa, la estación aranesa ha regresado también a cifras previas a la Covid. El final de la temporada de esquí se superpuso a la campaña de deportes de aventura, que comenzó el pasado mes de marzo. En el Pallars Sobirà, la contratación de empresas que organizan descensos de rafting, barranquismo y otras actividades deportivas en el medio natural se situó entre el 70% y el 80% de su capacidad, según la asociación de este sector.

Al margen de estas actividades, muchas personas acudieron ayer a espacios naturales de Lleida, en muchos casos para comer al aire libre la tradicional Mona de Pascua.