La Diputación dedica más de 85 millones a ayudas en 2023

El pleno de la Diputación aprobó ayer el plan estratégico de subvenciones de 2023, que está dotado con 85,2 millones. El presidente de la corporación, Joan Talarn, destacó que casi 48 serán para “la mejora de las infraestructuras y equipamientos, la red de caminos y carreteras municipales y la salud pública”. El plan también incluye, por ejemplo, 10,7 millones para el fomento de las actividades culturales, 5,3 para apoyo a la promoción turística de Lleida y 4,4 para iniciativas deportivas.

La sesión empezó con un minuto de silencio y una declaración consensuada entre todos los grupos para condenar el feminicidio del pasado día 18 en Balaguer. En el pleno también se aprobó el reglamento del buzón ético y de buen gobierno, con el que se podrá alertar sobre infracciones y conductas contra el interés público. Asimismo, se ratificó el plan normativo de 2023, que recoge las ordenanzas y reglamentos que está previsto aprobar o modificar y se dio luz verde a los nuevos estatutos del Institut d’Estudis Ilerdencs (IEI).

También se aprobó parcialmente una moción que insta a la corporación a facilitar ayudas a los municipios para el cumplimiento de sus obligaciones en materia de animales abandonados. Por su parte, el portavoz de UA, Amador Marquès, preguntó a Talarn sobre la tramitación del gestor de expedientes destinado a las corporaciones locales. El presidente aseguró que este asunto está en manos del Tribunal de Contratos, que recibió dos recursos de una empresa que fue descartada por la mesa de contratación al considerar que los precios no estaban de acuerdo a la propuesta del concurso.

Este tribunal ya ha tumbado uno de estos recursos y la Diputación está pendiente de que resulvan el segundo. Talarn señaló que pidieron celeridad en la resolución y apuntó que les respondieron que “les falta personal y no han tenido tiempo de encararlo”.

Talarn admite “atascos” al pasar de subvenciones directas a planes

La aprobación del plan de subvenciones llega una semana después de que el presidente de la Diputación, Joan Talarn, admitiera en una conferencia en Tàrrega que el cambio de las ayudas directas a planes de subvenciones ha generado “momentos de cierto atasco que no ha contribuído a la agilidad que nos habíamos impuesto”.

“La implementación de este sistema de reparto equitativo y transparente de las ayudas no ha sido fácil”, dijo, porque “ningún cambio estructural es fácil de aplicar y menos en un contexto adverso como la pandemia”. Señaló que la Covid generó “tensión añadida a la de la adaptación a la nueva cultura político-financiera”. Estas afirmaciones coinciden con quejas de alcaldes por el retraso en el cobro de ayudas, a las que se han sumado críticas de la oposición.