La sequía impide ya usar la Llosa del Cavall para extinguir incendios

La aviones de los Bomberos de la Generalitat ya no pueden cargar agua en el pantano de la Llosa del Cavall, en el Solsonès, para extinguir incendios forestales debido a la sequía. El bajo nivel permitirá que solo los helicópteros puedan cargar agua. Ahora almacena 20,37 hectómetros cúbicos y está al 25,5% de su capacidad.

El pantano de la Baells está en la misma situación y el pantano de Sau (ambos en Barcelona) puede sumarse a esta lista. El jefe de los Medios Aéreos de los Bomberos, Francesc Serra, aseguró que “el agua llegará siempre, aunque en determinados casos puede tardar más”. “Es cierto que los aviones tienen una capacidad superior, de 3.000 litros, pero también lo es que mientras estos medios hacen su rotación, los helicópteros pueden haber ido y vuelto a cargar en las balsas tres veces”, comentó Serra.

Cabe recordar que en el Solsonès también se halla el pantano de Sant Ponç. Los Bomberos se enfrentan este verano a una de las campañas más complejas en años. Las elevadas temperaturas, la acumulación de vegetación en el sotobosque y la larga sequía que Catalunya arrastra desde hace más de 30 meses han encendido todas las alarmas.

En este sentido, el subjefe de los GRAF de los Bomberos, Jordi Castellví, pidió que la sociedad “minimice” el consumo de agua ante la situación de sequía y el impacto que ésta puede tener en la “efectividad” en eventuales episodios de incendios forestales. Además, de las 1.600 balsas públicas que hay repartidas por el territorio y que el cuerpo utiliza para llenar los camiones y también los helicópteros, hay 200 que se encuentran fuera de servicio por averías y otros factores que no están estrictamente relacionados con la sequía. De las otras 1.400, las que se abastecen de agua procedente de acuíferos o fuentes naturales se encuentran “por debajo de su capacidad”, según Jordi Castellví.

Además, antes de que comience de forma oficial la campaña de incendios, que se adelanta al 1 de junio y no al día 15 de ese mes, el cuerpo lleva a cabo una serie de pruebas para evaluar el estado de los puntos de carga. “Nos hemos avanzado, habitualmente las hacíamos en mayo”, afirmó el subjefe de los GRAF.

Ribagorçana y Segre, entre el 35 y el 17% de reservas

Las cuencas internas se encuentran en situación de excepcionalidad, mientras que en la cuenca del Ebro el río Segre está en emergencia desde hace 10 meses y el Noguera Ribagorçana, en prealerta.

Los pantanos del Segre, Oliana y Rialb, disponen de un 17,5% de sus reservas, con 85 hectómetros cúbicos, de los cuales 35 son para abastecimientos, con lo que quedan 50 para regadíos. En el Ribagorçana, Escales, Canelles y Santa Anna suman 382 hectómetros (un 36%). Solo Santa Anna ha ganado algo de resevas en una semana.