Los lazos del franquismo con el vaciado del Estany d'Ivars i Vila-sana
La recuperación del lago, desecado durante el franquismo en 1951, culminó con éxito tras décadas de reivindicaciones populares y supone hoy uno de los humedales más importantes de Cataluña

El Estany, visto desde el Mirador de Ivars d'Urgell.
El Estany d'Ivars celebra este año el vigésimo aniversario del inicio de su proceso de recuperación, un hito medioambiental que devolvió a la comarca del Pla d'Urgell uno de sus emblemas naturales más importantes. Tras permanecer desecado desde 1951, cuando empresas vinculadas al régimen franquista lo vaciaron con el pretexto de combatir la malaria —aunque el verdadero objetivo era obtener terrenos para cultivo—, el humedal ha recuperado su esplendor gracias a una iniciativa que comenzó a materializarse en 2003 y que culminó en 2009 cuando alcanzó su cota máxima de 126 hectáreas inundadas.
"Muchas personas cuando vieron el Estany recuperado no pudieron contener las lágrimas, porque habían vuelto al paisaje de su infancia", explicó ayer Jordi Sargatal durante el acto conmemorativo del 20º aniversario de la iniciativa. El proyecto de recuperación surgió en los años 90 impulsado por un movimiento ciudadano con el apoyo del Ayuntamiento de Ivars. Ramon Maria Guiu, alcalde de la localidad en aquel momento, recuerda los complicados inicios: "Las reuniones con los propietarios eran difíciles y existía mucha desconfianza". Sin embargo, el respaldo social fue creciendo paulatinamente, hasta el punto de que figuras como la cantante Núria Feliu se sumaron a la causa, quien según recordó Guiu, "tocó la pera a toda Barcelona" para apoyar la iniciativa.
La desecación: un proyecto franquista fallido
La historia del Estany d'Ivars está marcada por el intento frustrado de convertirlo en tierra cultivable. En 1951, en plena posguerra española y europea, dos empresas —Locomoción y Transportes SA junto con Saneamientos y Explotaciones Agrícolas— expropiaron los terrenos y procedieron a secar el lago. Detrás de estas compañías se encontraban personajes estrechamente vinculados al régimen de Franco, como Joan Ventosa i Calvell (ex ministro franquista), su yerno Santiago de Cruïlles y su cuñado, el canónigo Despujol.
Este no fue el primer intento de desecación, ya que en 1919 la población local había conseguido frenar una iniciativa similar. Sin embargo, en 1951 no pudieron evitar que el proyecto siguiera adelante, a pesar de la oposición de muchos vecinos. El documental "El retorn de l'aigua", dirigido por Carles Farré y parcialmente proyectado durante la conmemoración, recoge estos antecedentes históricos y el impacto que tuvo la desecación en la población local.
El objetivo agrícola de la desecación resultó un fracaso estrepitoso. Según explicó Toni Costa, director técnico de la recuperación, "trataron de cultivar arroz, pero fracasaron debido a la elevada salinidad del terreno". A pesar de este revés, el estanque permaneció seco durante más de cinco décadas, causando "una gran decepción y una injusticia" para muchos habitantes de la zona.
De antiguo humedal salado a joya natural de Cataluña
El Estany d'Ivars tiene una rica historia que se remonta siglos atrás. Originalmente, sus aguas eran poco profundas y de naturaleza salada, lo que atrajo a los denominados "salitreros", personas dedicadas a la recolección de sal para su posterior comercialización. Este ecosistema experimentó una profunda transformación en el siglo XIX con la llegada de las aguas dulces del Canal d'Urgell, que cambiaron radicalmente el paisaje agrícola de la comarca.
Gracias a esta transformación, el estanque se convirtió en uno de los humedales interiores más importantes de Cataluña, consolidándose como un espacio de gran valor tanto social como natural. Su desecación en 1951 supuso un duro golpe para la identidad de la comarca, pero el recuerdo del lago nunca desapareció de la memoria colectiva.
El proceso de recuperación: un ejemplo de movilización ciudadana
La recuperación del Estany d'Ivars constituye un caso paradigmático de cómo la movilización ciudadana puede revertir daños medioambientales históricos. En 1991, exactamente cuatro décadas después de su desecación, surgió la propuesta formal para su recuperación, que rápidamente obtuvo un amplio respaldo social.
El proyecto dio un paso decisivo en 2002 con la creación del Consorcio del Estany y la adquisición de las 165 hectáreas necesarias para la recuperación. La Diputación Provincial se implicó activamente en el proyecto durante las presidencias sucesivas de Josep Grau, Josep Pont e Isidre Gavín, garantizando la continuidad institucional necesaria para un proyecto de esta envergadura.
Las obras comenzaron finalmente en 2003 con la ampliación del desagüe del río Corb. Un impulso fundamental llegó en 2005 con la firma de un convenio con la Fundació Territori i Paisatge de la Obra Social de Caixa Catalunya. El proceso de llenado se inició en abril de ese mismo año, en un acto oficial presidido por el entonces conseller de Agricultura, Antoni Siurana. El punto culminante llegó en marzo de 2009, cuando el estanque alcanzó su cota máxima, con 126 hectáreas inundadas.
¿Qué características tiene actualmente el Estany d'Ivars?
En la actualidad, el Estany d'Ivars constituye uno de los humedales más importantes del interior de Cataluña. Con sus 126 hectáreas de superficie acuática, se ha convertido en un refugio para numerosas especies de aves migratorias y en un ecosistema de gran valor ecológico. El lago ha recuperado buena parte de la biodiversidad que lo caracterizaba antes de su desecación, convirtiéndose en un punto de referencia para ornitólogos y amantes de la naturaleza.
Además de su valor medioambiental, el Estany ha recuperado también su función como espacio social y cultural para la comarca. Numerosas actividades educativas, deportivas y de ocio se desarrollan en torno al lago, contribuyendo a la sensibilización medioambiental y al desarrollo sostenible de la zona.
¿Por qué fracasó el intento de cultivar en los terrenos del antiguo lago?
El fracaso del proyecto agrícola tras la desecación se debió principalmente a la elevada salinidad del terreno, que hacía imposible el cultivo del arroz u otros productos. Esta característica, que había sido ignorada por los promotores vinculados al régimen franquista, acabó demostrando lo desacertado de la decisión de desecar el humedal, tanto desde el punto de vista económico como ecológico.
¿Qué papel juega hoy el Estany d'Ivars en el ecosistema catalán?
Veinte años después del inicio de su recuperación, el Estany d'Ivars se ha consolidado como uno de los espacios naturales más valiosos del interior de Cataluña. Su importancia como refugio para aves migratorias, su biodiversidad y su función como regulador hidrológico lo convierten en un ejemplo de recuperación de espacios naturales degradados. Además, su gestión sostenible ha permitido compatibilizar la conservación ambiental con el uso público y educativo, transformándolo en un modelo de referencia para proyectos similares.