FAUNA
Un oso ataca y mata a seis ovejas en Aran
El Conselh Generau d'Aran ha confirmado el incidente y enviará muestras a la UAB para identificar al ejemplar responsable del ataque producido dentro de un cercado

Fotografía de una huella del oso. - CONSELH GENERAU D’ARAN
Un oso ha protagonizado un nuevo ataque contra ganado ovino en el término municipal de Les, causando la muerte de seis ejemplares de ovejas que se encontraban dentro de un cercado protector. El suceso, confirmado ayer por el Conselh Generau d'Aran, ha activado los protocolos habituales de verificación y seguimiento de estos incidentes que se producen con cierta frecuencia en la zona pirenaica.
Según han informado fuentes oficiales, los Agents de Miei Ambient del Conselh acudieron durante la mañana de ayer al paraje donde se produjo el ataque para realizar una evaluación inicial de los daños y recopilar evidencias que permitan identificar al ejemplar responsable. Durante la inspección, los agentes documentaron minuciosamente la escena, tomando fotografías de las huellas dejadas por el plantígrado y recogiendo muestras de pelo que quedaron adheridas a la valla del cercado donde se encontraba el rebaño. Todo este material será enviado en los próximos días a los laboratorios de la Universidad Autònoma de Barcelona (UAB), donde se procederá a realizar análisis genéticos para intentar determinar qué ejemplar específico ha sido el causante del ataque.
Este incidente se suma a una serie de ataques similares que suelen intensificarse durante determinadas épocas del año, especialmente en primavera, antes del agrupamiento y traslado de los rebaños a zonas de alta montaña para el pastoreo estival. Las estadísticas muestran que estos episodios tienden a disminuir considerablemente durante los meses de verano, cuando el ganado pasta en cotas más elevadas del Pirineo.
Sistema de compensaciones por ataques de osos en Catalunya
La Generalitat de Catalunya mantiene un programa de indemnizaciones para los ganaderos afectados por ataques de fauna salvaje protegida, como es el caso del oso pardo. Durante el pasado año, el Govern desembolsó un total de 5.773 euros en compensaciones económicas como consecuencia de 17 ataques de osos a ganado, que resultaron en 31 animales muertos o heridos. Adicionalmente, se destinaron 4.160 euros para indemnizar los daños causados a instalaciones apícolas de la región.
Estas cifras reflejan la realidad de la convivencia entre la ganadería tradicional y la reintroducción del oso pardo en el Pirineo, un proyecto que comenzó en la década de los 90 y que ha generado tanto defensores como detractores. Los ganaderos, especialmente los de ovino y caprino, son quienes más sufren las consecuencias directas de la presencia de estos grandes carnívoros, a pesar de las medidas preventivas implementadas, como los cercados reforzados o la presencia de perros mastines para la protección de los rebaños.
Población actual de osos en el Pirineo
A principios del mes de abril, la Generalitat de Catalunya actualizó los datos sobre la población de osos pardos en el conjunto del Pirineo, cifrándola en 96 ejemplares. Esta estadística, no obstante, es provisional, ya que no incluye a las crías nacidas durante el presente año, que habitualmente abandonan las oseras junto a sus madres durante el verano. Por otra parte, las autoridades han dado por muertos de forma oficial a cinco ejemplares tras no haber detectado su presencia durante más de dos años consecutivos, sin avistamientos ni otros indicios que confirmen su supervivencia.
En contraste con estas bajas oficiales, recientemente uno de los dispositivos de fototrampeo instalados por el Conselh Generau d'Aran captó imágenes del oso Nere en una zona montañosa, confirmando que este veterano ejemplar sigue con vida. Esta fotografía, además de verificar la supervivencia de Nere, constituye el primer registro gráfico de un oso pardo en el Pirineo tras el período de hibernación del pasado invierno.
El oso Nere, el 'patriarca' del Pirineo
Nere se ha convertido en todo un símbolo entre la población de osos del Pirineo. Con 28 años de edad, es actualmente el ejemplar más longevo del que se tiene constancia en la cordillera franco-española. A lo largo de su vida, ha dejado una importante huella genética en la población, siendo padre de al menos ocho descendientes conocidos. Una particularidad relevante de este ejemplar es que, a diferencia de otros osos de la zona, no tiene vínculos genéticos con Pyros, el macho dominante que durante años monopolizó la reproducción en el Pirineo central, lo que aporta diversidad genética a una población con tendencia a la endogamia.
¿Cómo actúan los osos en sus ataques al ganado?
Los ataques de osos a rebaños de ovejas y cabras siguen patrones reconocibles por los expertos. Generalmente, estos plantígrados aprovechan la nocturnidad para acercarse a los rebaños, especialmente cuando estos se encuentran en zonas remotas o con escasa vigilancia. A pesar de los sistemas de protección como los cercados reforzados, algunos ejemplares han desarrollado técnicas para superarlos, como evidencia este último ataque en Les, donde las ovejas se encontraban dentro de un recinto que debería haberlas protegido.
Los especialistas en grandes carnívoros señalan que, en ocasiones, los osos pueden entrar en un estado conocido como "surplus killing" o matanza excesiva, en el que matan más presas de las que pueden consumir. Este comportamiento explicaría por qué en algunos ataques el número de víctimas es elevado, como en el caso de las seis ovejas muertas en este incidente.
Medidas preventivas para proteger el ganado
Ante la consolidación de la población de osos en el Pirineo, las administraciones han implementado diversas estrategias para minimizar los conflictos con la ganadería tradicional. Entre estas medidas destacan la instalación de cercados electrificados, el fomento del uso de perros mastines para la vigilancia de los rebaños, y la agrupación de ganado durante los meses de pastoreo en alta montaña.
Adicionalmente, se han establecido sistemas de alerta temprana basados en el seguimiento de los ejemplares mediante collares GPS en algunos casos, y redes de fototrampeo que permiten conocer los movimientos habituales de los osos. Sin embargo, estos esfuerzos no siempre resultan suficientes para evitar incidentes como el ocurrido en Les, lo que mantiene vivo el debate sobre la compatibilidad entre la conservación del oso pardo y las actividades ganaderas tradicionales en el Pirineo.