Amianto en Lleida: miles de toneladas sobre las cabezas y bajo los pies
La Generalitat detecta este material tóxico en 34.289 cubiertas distribuidas en 220 de los 231 municipios leridanos, con más de 160.000 toneladas estimadas en la provincia

Piezas con amianto.
La presencia de amianto sigue siendo un problema latente en la provincia de Lleida, más de dos décadas después de su prohibición total en España. Según datos oficiales de la Generalitat, este material tóxico persiste en 34.289 cubiertas de edificaciones repartidas por casi la totalidad del territorio leridano, concretamente en 220 de los 231 municipios que conforman la provincia. Las estimaciones apuntan a que existen más de 160.000 toneladas de este componente peligroso únicamente en las edificaciones de las comarcas leridanas.
La prohibición definitiva del amianto y productos derivados como el fibrocemento se implementó en España en 2001. Sin embargo, para entonces este material ya estaba ampliamente extendido en todo tipo de construcciones debido a su bajo coste y alta resistencia. Los municipios de Foradada, Oliola, Ivorra y Abella de la Conca encabezan el ranking catalán de kilogramos de amianto en tejados por habitante. En Lleida capital, la situación es especialmente preocupante con más de 9.000 toneladas identificadas hasta la fecha.
Pero el problema no se limita a los tejados. El fibrocemento también está presente en las tuberías de la red de agua potable de numerosos municipios leridanos. En la capital, el ayuntamiento estima que este material constituye aproximadamente el 18% de la red municipal. Muchas de las obras planificadas actualmente por los consistorios para mejorar el suministro incluyen trabajos específicos para retirar estas conducciones peligrosas.
Indemnizaciones por casos relacionados con amianto
El reciente caso del ayuntamiento de Vielha e Mijaran, que ha decidido indemnizar a la familia de un trabajador municipal fallecido por exposición al amianto, se suma a una tendencia creciente en España. Diversas sentencias judiciales han establecido precedentes, obligando a compensar a las víctimas en casos similares registrados en diferentes puntos del país.
Una retirada lenta y costosa
Si bien el bajo coste del fibrocemento disparó su uso durante la segunda mitad del siglo pasado, ahora su eliminación avanza a un ritmo muy lento debido al elevado coste que supone retirarlo y gestionar este residuo en condiciones de seguridad. El precio estimado para la retirada oscila entre los 25 y 30 euros por metro cuadrado. Ante esta situación, la Generalitat elaboró en 2023 un plan para erradicar completamente el amianto para el año 2032, acompañado de una línea de subvenciones destinadas a fomentar su retirada en edificios.