El bus exprés, desbordado y con esperas de más de 2 horas
Tensión entre los usuarios y los Mossos acuden a parar un altercado

Pasajeros de Torrefarrera ayer por la mañana esperando subir a un bus. - SEGRE
La línea de bus exprés entre Alfarràs y Lleida por la carretera N-230 sigue al borde del colapso por la alta demanda, la falta de plazas y el retraso de muchos de los servicios, que en la mayoría de los casos es de unos 15 minutos pero ayer superaron la hora. La situación, que se repite de forma habitual, ha generado de nuevo un aumento de quejas de los pasajeros y alcanzó ayer un punto crítico cuando se produjo una pelea entre dos pasajeras, que requirió la intervención de los Mossos d’Esquadra. Una mujer que viajaba en uno de los autobuses se ensañó con una menor de edad por haber pedido explicaciones al conductor, ya que hacía más de una hora y media que esperaba en una de las marquesinas de Torrefarrera para llegar a Lleida. La mujer decidió bajar del autobús y se encaró a gritos con la joven, a la que también agredió delante del resto de pasajeros.
Varios vecinos que esperaban el autobús de las 10.23 horas en Torrefarrera vieron pasar hasta tres autocares posteriores (a las 10.40, a las 11.44 y 12.03), todos ellos completos, sin posibilidad de subir. No fue hasta las 12.30, con un bus que llegó con 10 minutos de retraso, que pudieron iniciar su trayecto hacia Lleida, donde llegaron sobre las 12.50 horas. Algunos usuarios, desesperados por llegar a tiempo a sus destinos optaron por llamar a taxis como alternativa ante la imposibilidad de utilizar el transporte público. “En los tres buses que han pasado se quedaba en tierra más gente de la que subía al bus”, explicaron algunos de los afectados. “En el único bus de refuerzo de las 12.03, que sí tenía plazas libres, el conductor no nos ha dejado subir porque no teníamos el tíquet validado del bus al que no hemos podido subir a las 10.30”, explicaron. Este problema es especialmente grave durante el curso escolar y en las franjas horarias de entrada a los centros educativos, aunque ahora se produce fuera del periodo lectivo y “el colapso diario para desplazarse en transporte público persiste”, dijeron usuarios.
De hecho, a principios del curso escolar, el pasado mes de septiembre, la Generalitat habilitó un tercer bus de refuerzo a primera hora de la mañana en esta línea entre Alfarràs y Lleida para evitar que los usuarios de Torrefarrera, última parada de la línea antes de llegar a Lleida, se quedasen en tierra al no quedar plazas. No obstante, a principios de año quedó suprimido uno de los tres autocares que cubrían esta línea como refuerzo en horas punta de la mañana cuando numerosos estudiantes y trabajadores lo cogían para llegar a la capital del Segrià, lo que provocó de nuevo las quejas de los usuarios y del ayuntamiento de Torrefarrera. El consistorio recibió decenas de quejas que fueron trasladas a la delegación de Territorio en Lleida.