AGUAS
La modernización del canal de Urgell costará al regante 2.300 €/ha y estará en 15 años
Canal y Generalitat acuerdan la financiación, que deberán aprobar los usuarios

La balsa de Castellserà, casi a punto, la primera obra de modernización del Gobierno en el Urgell. - LAIA PEDRÓS
El proyecto de modernización del Canal d’Urgell contempla el inicio de las obras en 2026 y que finalicen en 15 años. Supondrá para los regantes una aportación de 2.311 euros por hectárea, que cubrirán una parte de los 911 millones de euros que costarán las obras. A ellos habrá que sumar otros 400 para el amoblamiento de las fincas.
La modernización del Canal d'Urgell costará a los regantes 2.311,37 euros por hectárea, 120 euros por hectárea anuales durante 30 años con financiación. Esta cifra equivale al 30% de la parte de la red de riego que debe cofinanciarse, según avanzaron ayer los regantes y la Generalitat en una asamblea en la Casa Canal. El acuerdo contempla que del presupuesto, de 991,2 millones de euros, un 30% irá a cargo de la Generalitat como obra de interés general y que del importe restante los agricultores deberán sufragar 209.793.503 euros. A estos, sin embargo, habrá que añadir 400 millones para el equipamiento de las fincas. El resto del presupuesto de las obras irá a cargo de Gobierno y Generalitat.
Otro de los puntos destacados es la conexión con el Segarra-Garrigues, del que aprovecharán balsas infrautilizadas para regar hasta 8.000 hectáreas del Urgell, con un coste de 0,011 euros el metro cúbico que se repartirán de forma solidaria.
El modelo de facturación contempla un triple concepto: cuota fija de 83 euros por hectárea; 120 euros de amortización y 0,025 euros por metro cúbico.
La asamblea de ayer, presidida por el conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, y el presidente de los regantes, Amadeu Ros, dio inicio a las reuniones con las colectividades para recabar su apoyo y que el proyecto quede aprobado en una asamblea en octubre, lo que implicaría el inicio de las obras en 2026. La previsión es acabarlas en 15 años. Los cuatro primeros proyectos para unas 12.000 hectáreas (de 75.000) ya están redactados. Ordeig dijo que “la pelota está en el tejado de los regantes” tras cumplir el Govern el compromiso de presentar la propuesta de financiación.
Las reuniones se celebrarán del 8 al 30 de este mes. La modernización implicará 44 balsas de regulación, 20 estaciones de bombeo y 20 plantas fotovoltaicas y según el estudio de impacto ambiental ahorrará 100 hectómetros cúbicos de agua al año. Agricultura habilitará una oficina de asesoramiento del regante. En cuanto a las zonas ya modernizadas como Bell-lloc, se integrarán en el proyecto global.
“El coste no puede ser un obstáculo para este proyecto”
El conseller, Òscar Ordeig, defendió que el plan supone “la mayor transformación de regadío en Catalunya en décadas y la más importante de su historia”. “Queremos que las familias, los agricultores, puedan hacer frente a esta modernización sin que el coste sea un obstáculo. Nuestro objetivo es que la gente se gane mejor la vida con un regadío más eficiente, más productivo y sostenible”, afirmó. El conseller también subrayó que la modernización marcará “un antes y un después en el ahorro de agua, en la eficiencia en su uso y en la productividad de nuestras parcelas”. “Este no es un proyecto solo de Mollerussa o de las comarcas afectadas, es un proyecto de país”, insistió.
Por su parte, el presidente de la comunidad de regantes, Amadeu Ros, destacó que el proceso será transparente y participativo. “Se someterá a votación de los 17.500 regantes. Queremos evitar rumores y dejar claro que esta modernización no tiene nada que ver con vender agua fuera del territorio, sino con asegurar el futuro de nuestras explotaciones”, señaló.