El perro doméstico se desata y ya ataca al ganado tanto como oso y lobo juntos en el Pirineo: "la responsabilidad civil recae en el propietario del animal"
Los Agents Rurals detectan un aumento de los ataques a rebaños en el Pirineo

Los Agents Rurals ‘ficharon’ este verano a 300 perros, lo que facilita la investigación de los ataques. - FAPAS
Los perros domésticos, tanto los que se utilizan para cuidar el ganado y proteger masías como los de compañía, han comenzado a desatar una creciente ola de ataques al ganado en áreas rurales del Pirineo, donde la frecuencia de esos episodios es equiparable a la de los protagonizados por los grandes carnívoros como el lobo y el oso.
“Los ataques de perros al ganado están aumentando, pero no es un asunto de animales salvajes. Se trata en todos los casos de perros con dueño”, explica Rubén Betrián, subinspector de los Agents Rurals que coordina las actuaciones sobre este asunto en el Pirineo, y que destaca que “en la mayoría de los casos son perros de la zona, y en verano aumentan los ataques por perros que son propiedad de no residentes, que a veces se escapan y atacan”.
Los datos sobre este flanco de la seguridad del ganado en la montaña leridana resultan esclarecedores: los cinco episodios de ataque de perros a rebaños de 2021 se doblaron de largo hasta 12 al año siguiente antes de caer a siete en 2023, en vísperas de una eclosión con 16 el año pasado y doce en los primeros ocho meses de este, según los datos facilitados por los Agents Rurals. Son más de medio centenar en un lustro.
El cruce de esos datos con los de la Generalitat sobre osos y lobos aroja un inquietante paralelismo: los 16 ataques de los primeros el año pasado prácticamente igualan a los de los grandes carnívoros, que fueron 18 en el Pallars Sobirà y el Aran el caso del plantígrado y dos en el Jussà en el del cánido. Los carnívoros, que también dañaron 56 colmenas en ocho episodios, causaron la muerte de 28 ovejas y cabras y de tres terneros, mientras el balance de los provocados por los perros fue de 19 ovejas y cabras fallecidas.
Las 12 víctimas de cánidos los ocho primeros meses de este año igualan a la suma de las siete que se había cobrado el lobo hasta septiembre más las once del oso en Aran. También se han dado casos de caballos despeñados tras ser acosados por canes.
En la mayoría de las ocasiones, los ataques tienen lugar de noche, cuando el perro se va de la casa o la granja en la que suele vivir en el caso de los residentes o, en los de no residentes, tras escaparse al hacer rutas.
“La gente cree que en la naturaleza un perro puede ir suelto, pero eso no es así; y menos en el Pirineo, donde pueden causar daños al ganado extensivo.
Los Agents Rurals han puesto este verano una treintena de denuncias por llevar perros sueltos en la montaña.
Al menos seis ejemplares de lobo se han asentado en el Pirineo catalán
Al menos seis ejemplares de lobo se han asentado en el Pirineo catalán, indica la consellera de Territorio, Sílvia Paneque, en una respuesta escrita al diputado de ERC Pepe Vidal. “Se han identificado genéticamente seis individuos de lobo en Catalunya, cinco de los cuales son machos y una hembra”, señala. “Se calcula que podrían haber tenido presencia entre dos y cuatro individuos más que, hasta ahora, no se han podido identificar genéticamente”, añade el documento, que reseña que “ninguno de los lobos se ha reintroducido” de manera artificial. Esos ejemplares han sido detectados “concretamente, en l’Alta Ribagorça, el Pallars Sobirà, l’Alt Urgell, el Solsonès, la Cerdanya, el Ripollès, Osona, la Garrotxa y l’Alt Empordà”, señala la respuesta, a la que hay que añadirle el Pallars Jussà tras el ataque documentado en Castell de Mur en la primera mitad de este año.
La consellera explica que aunque entre los años 2000 y 2024 “se ha registrado observaciones e indicios de la presencia de lobos en diversas comarcas catalanas”, en “muchas de estas zonas” no se ha “constadado una estabilización territorial de la especie”. En los últimos años, no obstante, sí “se ha observado una cierta fidelización de algunos individuos a ciertos territorios, hecho que podría indicar una tendencia incipiente de asentamiento” en ellas. En cuanto a los ataques de este gran carnívoro al ganado, Paneque indica que el año pasado “se certificaron 18 daños por ataques del lobo”, mientras que “en este 2025, hasta la fecha, se han certificado cuatro”. La consellera asegura que las idemnizaciones de 2023 están pagadas y las de 2024, “en su mayor parte”.
El dueño del can es el responsable jurídico de los daños a la cabaña
“En los daños causados por perros (...) la responsabilidad civil recae en el propietario o el poseedor del animal”, aclara la consellera de Territorio, Sílvia Paneque, en una respuesta parlamentaria. Esa circunstancia y la necesidad de identificar a los animales cuando atacan llevó este verano a los Agents Rurals a desarrollar una campaña de 325 inspecciones en la que ficharon, con una reseña que incluye la fotografía y la información del chip, entre otros datos, a 300 perros residentes en el Pirineo. Uno de ellos ha sido identificado como autor de cuatro ataques en l’Alt Urgell.