GEOLOGÍA
En busca de tierras raras: yacimientos históricos de bauxita, zinc y wolframio en el Pirineo de Lleida, un potencial aún por estudiar
Son recursos críticos para energías limpias y explotarlos exige un modelo sostenible

Les mines de bauxita de Sant Mamet, a Alòs de Balaguer
Aunque Catalunya no cuenta con proyectos estratégicos europeos de minerales críticos, en Lleida existen yacimientos con potencial. En el Prepirineo, entre Artesa de Segre y Camarasa, se han hallado antiguas minas de bauxita con presencia de tierras raras, y en la Val d’Aran y el Pirineo hay minas de zinc que podrían contener indio o cadmio.
La compleja situación geopolítica mundial, los conflictos bélicos de Ucrania y Gaza, así como las nuevas reglas comerciales y la política arancelaria de Estados Unidos han apresurado a la Comisión Europea a apoyar 47 proyectos estratégicos de explotación de materias primas críticas en territorio del Viejo Continente. Se trata de minas de cobalto, litio o magnesio, para el abastecimiento europeo. Siete de estos proyectos están en España y ninguno en Catalunya (ver desglose inferior). Con la explotación de estos recursos se pretende mejorar el suministro, reducir la dependencia de países como China y a su vez reforzar la cadena de valor de las materias primas comunitarias. La importancia de estos minerales va más allá de su valor económico, pues resultan fundamentales para la transición hacia energías limpias y la digitalización de la economía. El gobierno español presentó en marzo un plan para buscar minerales críticos en el que ha participado el Instituto Geológico y Minero de España, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IGME-CSIC).

A la recerca de terres rares
Pero, ¿qué son las tierras raras y qué diferencia hay con los llamados minerales críticos? La doctora leridana Ester Boixereu (La Pobla de Segur, 1961), del departamento de Recursos Geológicos para la Transición Ecológica del IGME-CSIC, explica a SEGRE que “los minerales críticos son todos aquellos que son importantes para una economía y, por otra parte, tenemos riesgo de abastecimiento de ellos porque solo hay uno o dos países suministradores, de forma que si hay un imprevisto, decisión política o cierre de vías de comunicación, no te llega esa materia prima y tienes un problema en tu industria”. Las tierras raras, que llegan casi todas de China, son una serie de elementos químicos (con número atómico del 58 al 71 y del 90 y al 103), que se hallan siempre juntos en diversos minerales. Las tierras raras son materias primas críticas y, por tanto, los minerales en los que se encuentran son también minerales críticos. Existen más minerales críticos que los que contienen tierras raras, ya que estas son una parte de los posibles elementos críticos. Estos elementos se encuentran formando silicatos, carbonatos o fosfatos, lo que dificulta enormemente su separación y extracción.

Indio: Este metal es fundamental para las tecnologías solares, la producción de pantallas y otros dispositivos electrónicos de alta tecnología como teléfonos móviles y televisores. También tiene aplicaciones en conductores de electricidad.
Minas abandonadas
Aunque en Catalunya el potencial de minerales críticos es limitado, existen algunos yacimientos que podrían ser investigados. Si nos circunscribimos al territorio de Lleida, en el Prepirineo desde Artesa de Segre hasta Camarasa, existen antiguas minas de bauxita, el mineral del aluminio, que contienen un porcentaje relativamente elevado de tierras raras. “Estas minas de bauxita nunca se utilizaron para extraer aluminio, sino para fabricar cementos aluminosos”, explica Ester Boixereu. La presencia de tierras raras en estos yacimientos se descubrió en los años 80 durante un proyecto geológico básico, pero su explotación resulta compleja debido al bajo porcentaje de tierras raras y al limitado volumen disponible. La oposición de grupos ecologistas también ha frenado las exploraciones en zonas con potencial minero.
En la Val d’Aran y otras zonas del Pirineo leridano existen antiguas minas de zinc que podrían contener elementos asociados como el cadmio o el indio, aunque no se han realizado estudios exhaustivos. “El potencial que hay en el Pirineo es algo que debe estudiarse, porque puede existir”, afirma Boixereu, quien lamenta que no se haya investigado más a fondo debido a la reticencia social hacia la actividad minera.
Wolframio en el Pallars
Entre los minerales críticos con presencia en territorio leridano destaca el wolframio, un elemento de gran importancia estratégica por tener el punto de fusión más alto de los metales. Este mineral fue especialmente relevante durante la Segunda Guerra Mundial, cuando España lo suministraba a la Alemania nazi para la fabricación de blindajes y armamento pesado. “El wolframio es un elemento crítico actualmente”, subraya Boixereu. Esto lo hace indispensable para componentes eléctricos, herramientas de corte y aplicaciones militares como blindajes y proyectiles perforantes. En la cuenca del Noguera Pallaresa, en Alòs d’Isil, existen antiguas explotaciones de este valioso mineral.
Otros elementos como el cobalto, el grafito y metales asociados al zinc (germanio, galio e indio) también podrían encontrarse en Lleida, aunque se requieren estudios más detallados para determinar su viabilidad económica. “Lo más criticable es que no se estudia”, lamenta Boixereu, quien considera fundamental invertir en la exploración de estos recursos para conocer el verdadero potencial minero de la región. La fabricación de paneles solares, turbinas eólicas y baterías requiere grandes cantidades de estos elementos, cuya demanda se multiplicará en los próximos años con el avance de la electrificación del transporte y la expansión de las energías renovables.
Durante su conferencia en el Comú de Particulars de La Pobla de Segur, Boixereu resaltó la necesidad de aprovechar los recursos locales de manera sostenible para reducir la dependencia de importaciones y fomentar el desarrollo económico regional. Además, ha participado en diversas iniciativas para promover la educación y concienciación sobre la geología y la minería sostenible, destacando la importancia de una gestión responsable.
El Donbás, el tesoro oculto que explica el interés de Putin
Más allá de los frentes militares y las batallas territoriales, la disputa por la región ucraniana del Donbás tiene una dimensión económica que ayuda a entender por qué Vladímir Putin sitúa esta región como una de sus prioridades estratégicas. El interés no es solo geopolítico. Ucrania posee el 5% de las reservas mundiales de tierras raras y minerales estratégicos, elementos indispensables para la industria electrónica y el desarrollo de energías renovables. Lantano, neodimio o terbio son algunos de los materiales extraídos de estas tierras, y su demanda mundial no ha dejado de crecer en la última década. Según estimaciones, el 53% del valor económico total de los recursos minerales ucranianos se localiza en las cuatro regiones que Rusia se ha anexionado. Este peso económico explica por qué Moscú insiste en el control total de la región: no se trata únicamente de un enclave simbólico o militar, sino de una apuesta por garantizarse un acceso privilegiado a materiales clave en la competencia tecnológica y energética global.
La escasez de minerales esenciales amenaza la transición energética
La Generalitat está trabajando para integrar a Catalunya en el estratégico proyecto europeo de autoabastecimiento de minerales críticos. En este sentido, el Govern ha impulsado dos proyectos paralelos para explorar la viabilidad de la extracción de estos recursos. Según informó La Vanguardia, el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (ICGC) ha encargado un estudio a la Fundació Bosch i Gimpera de la Universitat de Barcelona con el objetivo de identificar áreas donde podrían encontrarse minerales críticos, incluidos aquellos catalogados como tierras raras.El profesor e investigador Joan Carles Melgarejo, del departamento de Mineralogía, Petrología y Geología Aplicada de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universitat de Barcelona, ha participado tanto en el estudio encargado por el ICGC como en el que promueve la dirección general de Industria. En declaraciones a La Vanguardia explicó que “estamos esperando que se completen estos estudios, los primeros que se hacen específicamente sobre esta materia en Catalunya, pero estoy segurísimo de que encontraremos, por lo menos, minerales que ahora considera ‘críticos’ la Unión Europea como la fluorita y la barita”.