MONTAÑA
Exigen que proteger los bosques sea compatible con explotar su biomasa
Los expertos advierten de que solo el 8% del crecimiento de la masa forestal se somete a medidas de control. Lo consideran necesario para prevenir incendios

Los asistentes a la jornada sobre la evolución de los bosques atienden a una de las ponentes. - ALBERT L. COBO/ACN
Un 89% de la superficie del Pallars Sobirà está sometida a algún tipo de normativa de protección del entorno. Un hecho que, según explica el presidente del consell comarcal, Carlos Isus, limita la posibilidad de desarrollar una gestión forestal en los bosques. Eso afecta, señaló, tanto al aprovechamiento de la madera como a la prevención de incendios.
Esos fueron dos de los temas centrales de la jornada Boscos que escalfen, celebrada en Vilamur, uno de los cuatro núcleos de Soriguera (Pallars Sobirà) incluidos en el proyecto de una red de calor con biomasa que abarque a todo el pueblo. Está presupuestada en 3,5 millones de euros que esperan financiar con ayudas públicas.
Isus cree que no se incide lo suficiente en Europa en la necesidad de adaptar las actuales políticas de conservación que afectan a las zonas boscosas del Pirineo, algo que, en cambio, sí se está haciendo en los países nórdicos. A esa limitación normativa, anotó, se le suma la falta de recursos económicos para desarrollar una gestión forestal adecuada.
“Debemos prestar atención, porque si no, nos estamos haciendo trampas con un recurso que es una riqueza latente que en estos momentos tenemos”, planteó. Si no hay cambios, existe el riesgo de convertir el bosque en “ceniza y fuego”.
Por su parte, Francesc Viaplana, técnico de transferencia del CTFC (Centre de Ciència y Tecnologia Forestal de Catalunya), apuntó que “en el Pirineo se está gestionando un 8% de lo que está creciendo” en el bosque, algo que provoca una acumulación de masa. “Debemos decidir si esto lo quemamos de una manera racional y con una caldera y lo aprovechamos, o nos arriesgamos a que pueda venir un gran incendio y queme todos los bosques”, planteó, al tiempo que reivindicaba los “paisajes resilientes” y la gestión forestal.
El CTFC y la Generalitat están impulsando acciones como el aprovechamiento térmico de la biomasa mediante redes de calor y el uso de la madera como material de construcción. Más de un 90% de los edificios del Pirineo se calientan con combustibles fósiles, lo que supone una oportunidad para aprovechar la biomasa con criterios de proximidad para dinamizar las economías locales.