Viaje por la historia nupcial
Camarasa recorre los últimos 83 años de la moda con una exposición con 30 vestidos de novia datados entre 1942 y 2024, cedidos por vecinas y familias de la localidad. La organiza la Associació Germanor, que cuenta con 179 socios, y coincidirá con la Festa de la Gent Gran

Miembros de la junta del Casal Germanor que han preparado la exposición de vestidos de novia. - E. FARNELL
Camarasa abrirá una ventana singular al tiempo. En el Casal de la Associació Germanor, treinta vestidos de novia, silenciosos guardianes de historias íntimas, de días irrepetibles y manos temblorosas, compondrán una exposición que permite viajar por más de ochenta años de vida, memoria y costumbres del municipio.
La muestra, creada con la complicidad de las vecinas y familias que han cedido sus vestidos, se presenta como un pequeño tesoro colectivo. Durante las dos últimas semanas, miembros de la entidad han trabajado con mimo en el montaje, desplegando encajes, alisando gasas, cuidando puntadas que hablan de otras épocas, pese a que algunas están aún muy presentes en la historia de estos protagonistas. Su presidente, Carles Palomes, explicó que “los vecinos han colaborado muy amablemente desde el primer momento que hicimos el llamamiento”. “Teníamos ganas de organizar un acto especial para la Festa de la Gent Gran, y esta exposición nos permite celebrar su trayectoria de una forma cercana y entrañable”. De entre los treinta vestidos, destaca el carácter casi legendario de dos piezas negras, una de 1942 y otra de 1954. Frente al imaginario del blanco inmaculado, estas sobrias prendas hablan de un país marcado por la posguerra, de lutos que se prolongaban, de bolsillos vacíos y ceremonias que se adaptaban a la dureza del tiempo. Son piezas que no solo muestran moda, sino que cuentan un capítulo silencioso de la historia social.
El recorrido avanza hacia los años cincuenta, donde las cinturas estrechas y las faldas con vuelo evocan el eco lejano de Hollywood y la elegancia estructurada del New Look. Los setenta llegan con aires de libertad: mangas amplias, telas vaporosas y una delicadeza casi campestre. Los ochenta irrumpen con fuerza, envolviendo a las novias en volúmenes generosos y mangas exuberantes; y los noventa parecen susurrar una estética más serena, casi minimalista, en tonos marfil. A partir del año 2000, las propuestas se diversifican: espaldas abiertas, encajes artesanales, líneas limpias que buscan más la comodidad que el artificio. El vestido más reciente, de 2024, simboliza esa evolución hacia la naturalidad elegante, donde cada novia teje su propio relato.
La exposición abrirá el domingo de las doce del mediodía a las dos y de las cinco a las ocho, y el lunes por la tarde. Con esta iniciativa, la Associació Germanor, que reúne a 179 socios de todas las edades, renueva su vocación de mantener viva la colaboración entre vecinos, celebrando a quienes han tejido, con sus vidas, la historia de Camarasa.