AGROBIOTECH
Los fabricantes de placas solares ya ensayan colocarlas sobre purines
Buscan plásticos resistentes a la corrosión de las deyecciones y soluciones para la acumulación de metano y amoniaco. Los paneles rinden un 15% más sobre agua

L’empresa navarresa Landatu posa a prova un prototip en una bassa de purins de Zamora.
El despliegue de las renovables mantiene la búsqueda de nichos de superficie que colonizar, y eso está llevando a los fabricantes de placas solares a iniciar los ensayos para testar la viabilidad de ubicarlas sobre balsas de purines.
Esa experiencia fue una de las que se mostraron ayer en la feria Agrobiotech, concretamente en la presentación de iniciativas de “energía flotante y agrovoltaica” que efectuó la empresa murciana Solvent.
El ensayo más avanzado de esa tecnología hasta la fecha lo están desarrollando la empresa navarra Landatu Solar y la zaragozana Intergia, que han colocado una instalación flotante de 56 paneles solares que ocupa 340 m2 sobre la balsa de purines de una granja de cerdos de Calzada de Tera (Zamora).
Se trata, en realidad, de la adaptación a balsas de purines de un sistema fotovoltaico que ya venían fabricando para embalses de agua. El diseño de instalaciones de este tipo plantea dos escollos fundamentales: disponer de plásticos resistentes a la corrosión que provocan las emisiones de amoniaco y los procesos de acidificación de las deyecciones y, también, atenuar los riesgos que genera la acumulación de bolsas de metano y de amoniaco entre los purines y los paneles, equipados con instalaciones eléctricas.
En cualquier caso, la eventual generalización del despliegue de este tipo de plantas solares no parece inminente, ni mucho menos, visto el grado de desarrollo de esa tecnología. De hecho, tampoco la ubicación de paneles solares sobre balsas y conducciones de agua es algo generalizado. En Lleida sigue en fase de construcción el proyecto de la balsa del Segara-Garrigues en Alfés.
En las placas ubicadas sobre balsas de agua “hemos comprobado producciones un 15% superiores” a las que se registran en las instaladas sobre tierra, dijo Salvador Navarro, del departamento técnico de Solvent.
Según explicó, esa tecnología ofrece otras ventajas en explotaciones agrarias como atenuar la evaporación del agua hasta un 80% y, también, reducir la proliferación de algas y microorganismos al bajar la penetración de rayos solares. Esto último, anotó, se traduce en un menor gasto en el mantenimiento de la red de riego y en los requerimientos de productos fitosanitarios de los vegetales.
La agrovoltaica debe asegurar el 60% de la producción previa
“Se debe garantizar que el rendimiento del cultivo agrícola en la superficie total del proyecto después de la construcción de la instalación agrovoltaica sea como mínimo el 60% del rendimiento de referencia”, señala la instrucción técnica de la Generalitat que sirve como guía para la autorización y puesta en marcha de ese tipo de instalaciones en Catalunya. Se entiende por agrovoltaico el “sistema de explotación mixto, agrario y eléctrico, combinando en una misma extensión de terreno la producción agropecuaria con la generación de electricidad a partir de la luz solar”, pero no “la concentración de paneles solares sin cultivo en una parte de la parcela, y el uso exclusivamente agrícola del resto”. “La reducción del rendimiento debe registrarse en el acuerdo de uso” con el propietario de la parcela, añade el documento, que establece que previamente “es necesario determinar el rendimiento de referencia”, que será la media de la producción de los últimos cinco años. La exigencia de garantizar el 60% del rendimiento anterior se encuentra muy por debajo de la que se aplica en países como Francia y como Italia, donde el porcentaje se eleva al 80%.