Denuncian una matanza de gatos con ensañamiento en un pueblo de Lleida

Cuatro gatos muertos, algunos de ellos descuartizados, y alrededor de una decena de crías desaparecidas. Este es el balance que voluntarias cuidadoras de las dos colonias de gatos de Els Omellons, en Les Garrigues, llevan contabilizando desde el pasado martes. El último caso fue ayer por la mañana, cuando apareció uno de los felinos con las extremidades traseras cercenadas, incluida la cola.

“Sospechamos que es una sola persona que no está de acuerdo con nuestra labor de cuidado de los gatos callejeros”, lamentó Trini López, una de las voluntarias del municipio. Tras la llamada del colectivo, una patrulla de los Mossos d’Esquadra se personó pocas horas después para evaluar la situación. Al tratarse de animales sin propietario, el alcalde dels Omellons, Jordi Gaya, avanzó que el consistorio se personará en las próximas horas para presentar una denuncia policial.

Tras los primeros casos de muertes de gatos, el ayuntamiento hizo público el jueves un comunicado en que avisaba a sus autores de la aplicación de la ley de maltrato animal que contempla penas de hasta 18 meses de prisión. “Pedimos a todos los vecinos la máxima colaboración para acabar con estas situaciones desagradables”, indicaba el mismo comunicado. Gaya lamentó los hechos y los limitados recursos de que dispone el consistorio para frenarlos. En este sentido, fuentes cercanas informaron que la policía autonómica recomienda la instalación de cámaras de videovigilancia ante las colonias.

Els Omellons fue uno de los primeros municipios de Les Garrigues en aprobar un plan de gestión felina. Actualmente dispone de dos colonias con más de 20 animales cuidados por voluntarios. Sin embargo, el municipio no logró ninguna ayuda del ministerio de Derechos Sociales para sufragar los gastos relacionados con el llamado método CER: captura, esterilización y retorno. El plan incluye además otros aspectos como identificar a todos los gatos con microchip, la aplicación de la eutanasia para animales terminales o incluso la práctica de autopsias cuando haya indicios de muerte por envenenamiento.