SEGRE

PATRIMONIO LITIGIO

El obispo de Lleida defiende el Museu

El obispo de Lleida, Salvador Giménez, y el director del Museu, Josep Giralt, ayer en buena sintonía.

El obispo de Lleida, Salvador Giménez, y el director del Museu, Josep Giralt, ayer en buena sintonía.ÓSCAR MIRÓN

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Dos años y medio después de tomar posesión como obispo de Lleida, Salvador Giménez Valls alzó ayer por fin la voz en el espinoso litigio por el arte del Museu Diocesà. Hasta ahora, su prudente silencio se edificaba en la postura de su antecesor, Joan Piris: no podemos disponer de las obras que reclama el obispado de Barbastro-Monzón porque forman parte de un consorcio con cuatro administraciones públicas, que gestiona el arte. Pero la demanda civil contra la diócesis de Lleida –y también contra el Museu– presentada en febrero por su homólogo de Barbastro, Ángel Pérez, ha cambiado las cosas. Giménez y el director de la pinacoteca, Josep Giralt, se presentaron ayer ante los medios en una convocatoria conjunta para tildar de “infundada” la reclamación aragonesa y anunciar la presentación de alegaciones en el proceso abierto en el juzgado de Barbastro con “documentación histórica de la época del obispo Meseguer que prueba la legítima constitución de la colección de arte diocesana y que nunca fue tenida en cuenta durante el proceso que emprendió en su día el obispo Ciuraneta en la vía canónica”. Giménez se refería así al importante volumen de facturas, notas y escritos conservados en archivos diocesanos sobre las donaciones, compras o permutas a través de las cuales el obispo Meseguer conformó a finales del siglo XIX el embrión del Museu Diocesà de Lleida, “siguiendo incluso las indicaciones al respecto que dio entonces el papa León XIII a todas las diócesis para salvar el patrimonio artístico”. Giménez advirtió en este sentido que “el obispo Meseguer no robó nada”, remitiéndose a la ingente documentación recopilada durante años por la conservadora del Museu de Lleida Carmen Berlabé, con la que integró su tesis doctoral y que el pasado febrero publicó en un volumen de casi 700 páginas titulado Del Museu Diocesà al Museu de Lleida.

Eso sí, Giménez reconoció que antes de dar este paso “me lo he pensado mucho”. Así, afirmó que “no se trata de ninguna pelea entre obispos” e incluso aseguró que “nos llevamos muy bien” (con el obispo de Barbastro), y “lo ideal sería evitar la confrontación”, pero “ahora, con un pleito judicial civil en marcha, los demandados podemos defendernos”. Por su parte, Giralt lamentó la “reaparición” de este litigio tras años latente, pero que desvinculó del caso de Sigena, aún pendiente de recursos en el Tribunal Supremo. Giralt recordó que ya en su día el Museu reconoció que 28 de las 111 piezas reclamadas están en depósito en Lleida, pero “la ley de Patrimonio Cultural de Catalunya no permite disgregar un conjunto protegido como colección unitaria sin la autorización de la Generalitat”.

“Sin respuesta” a la invitación al ministro para asistir al plenario Casualidad o no, el nuevo envite judicial al Museu de Lleida coincide como ocurrió en diciembre con el arte de Sigena con un período sin conseller de Cultura ni Generalitat en virtud de la intervención estatal a través del artículo 155. El director del Museu de Lleida, Josep Giralt, recordó que el miércoles de la semana pasada se informó sobre la presentación de alegaciones a los patronos del Consorci en sesión plenaria extraordinaria. Desde la pinacoteca se remitió invitación al ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, como actual ‘titular’ de la conselleria de Cultura, actuación que quedó “sin respuesta”. Giralt señaló que “sí contamos con el apoyo del director de los servicios territoriales de Cultura en Lleida”, que ejerce de secretario del plenario, con voz pero sin voto. Giralt quiso dejar claro que “según determinan los estatutos del Museu, el Consorci tiene capacidad jurídica propia con el acuerdo de todos los presentes en sesión extraordinaria”. En la reunión dieron su visto bueno unánime a las alegaciones los representantes de la Diputación (Joan Reñé), Paeria (Àngel Ros), consell del Segrià (Maria José Invernón) y el obispado (Salvador Giménez).

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