POLÍTICA CULTURAL LECTURA
Final del Saló del Llibre Infantil, desde 2002 en Mollerussa
Una vista del Saló del Llibre Infantil en el Teatre de l’Amistat en 2019, la última edición celebrada.
El año pasado, el Saló del Llibre Infantil i Juvenil de Catalunya no pudo celebrarse por la pandemia, en pleno confinamiento domiciliario, y este 2021 finalmente se ha decidido anunciar la cancelación definitiva de este certamen que nació en 1984 y que venía celebrándose en Mollerussa desde 2002.
En un comunicado, el ayuntamiento de la capital del Pla d’Urgell y el Consell Català del Llibre Infantil i Juvenil, que impulsó esta muestra anual de literatura para pequeños y jóvenes, señalaron ayer que han decidido “no recuperar esta actividad emblemática” y “explorar nuevas fórmulas para continuar trabajando para la promoción de la lectura y el libro infantil y juvenil”. En este sentido, el consistorio está estudiando “nuevas maneras de continuar impulsando la lectura entre los niños y jóvenes que complementen las acciones de Mollerussa Municipi Lector, programa de motivación a la lectura que funciona con éxito en la ciudad desde 2008”.
Por su parte, el Consell Català del Llibre Infantil i Juvenil trabaja ya en “nuevas fórmulas para impulsar la presencia y la difusión de la literatura infantil y juvenil catalana en todo el país”.
En el comunicado conjunto, “las dos entidades celebran todos estos años de acción compartida que les han permitido acompañar la formación de miles de niños y jóvenes lectores, con la convicción de que el camino abierto con el Saló continuará con nuevas iniciativas”..
El Consell Català del Llibre Infantil i Juvenil, creado en 1984, decidió aquel mismo año celebrar una semana literaria dedicada a este sector de lectores.
La Casa de l’Ardiaca de Barcelona se llenó aquel año de libros para niños y jóvenes. El éxito trasladó el certamen el año siguiente y hasta 1993 al Saló del Tinell de la ciudad condal.
En 1994, la Setmana se transformó en Saló y se instaló en las Cotxeres de Sants hasta 1996.
A partir de 1997, el certamen se descentralizó y pasó por Girona y Reus, entre otros puntos. En 2001, la Setmana se repartió por bibliotecas catalanas, entre ellas doce de localidades de Ponent.
Finalmente, en 2002, el ayuntamiento de Mollerussa se sumó a la organización para acoger la 19 edición del evento, en aquella ocasión en los pabellones feriales.
El éxito de convocatoria, con más de 9.000 visitantes, contribuyó al cambio de sede –el año siguiente ya se trasladó a L’Amistat– y a la continuidad del Saló del Llibre hasta hace dos años..
