PATRIMONIO
“Investigar los osarios de los Comtes d’Urgell ya es un gran hito científico”
Inician un estudio antropológico de los restos en el monasterio de Les Avellanes

Robert Porta, Marina Miquel, Carme Alòs, y la antropóloga, Núria Armentano ante los restos. - E. FARNELL
En el marco del proyecto para dignificar el panteón funerario de los Comtes d’Urgell que ha impulsado el monasterio de Les Avellanes y la Diputación, ayer se abrieron los osarios de los condes ubicados en el cenobio para conocer e investigar a través de los restos la edad, el sexo, su estado de salud, parentesco y origen geográfico de este noble linaje.
Pocos minutos después de las once de la mañana, la calma habitual de la iglesia del monasterio de Santa Maria de Les Avellanes, en Os de Balaguer, se rompía con una escena histórica y cargada de simbolismo: la reapertura de la primera de las arquetas funerarias donde están depositados los restos de los Comtes d’Urgell. Corresponderían a Ermengol X (1254-1314) promotor del panteón funerario del linaje de Urgell, sus padres Àlvar I (1239-1268) y Cecília de Foix (fallecida en 1270) y su hermano Àlvar II (fallecido en 1299), vizconde de Àger. La operación, que contó con la presencia de restauradores patrimoniales, técnicos especializados y un notario, se prolongó más de una hora y estuvo meticulosamente planificada.
Tras certificar la primera arqueta, perfectamente lacrada, fue trasladada a la biblioteca del monasterio donde se procedió a su apertura. La caja metálica contenía varios restos óseos de al menos tres cuerpos. Siguieron con la apertura de la segunda arqueta, menos pesada y con menos restos aunque de más de un individuo. “Ahora debemos revisar a cuántas personas pueden corresponder, si realmente son compatibles con los datos de que disponemos de los Comtes d’Urgell, y trazar posibles analíticas que nos permitan conocer más sobre ellos”, explicó la antropóloga del Museu d’Arqueologia de Catalunya, Núria Armentano. En los próximos días se hará un estudio antropológico, estudios genéticos para ver el parentesco o conocer su sufrían ciertas patologías e incluso una analítica de radiocarbono que sitúe una cronología para saber qué les pasó. Esta acción forma parte del proyecto de dignificación del panteón de los Urgell, que incluye la reproducción de los antiguos sepulcros esculpidos entre los siglo XIII y XIV, que fueron vendidos en 1906 y que hoy se exponen en el museo The Cloisters de Nueva York.
El director del monasterio, Robert Porta, remarcó apuesta de este trabajo en red con distintas administraciones “replanteando el concepto de patrimonio, planteándolo como global”. Para la directora del Museu de la Noguera, Carme Alòs, “es la primera vez que se podrán estudiar unos restos óseos que se conservan y que son accesibles y nos pueden aportar datos muy interesantes, tanto de condado de Urgell como de la dinastía Cabrera, a la que pertenecen”. Según la directora de Patrimoni Arqueològic, Arquitectònic y Paleontològic de Catalunya, Marina Miquel, nunca antes el estudio de un conjunto funerario de la nobleza catalana había tenido tanto interés para la comunidad científica. “Tenemos la capacidad de caracterizar la edad, el sexo, su estado de salud, el parentesco o su origen geográfico, y a la vez aportar datos sobre los procesos socioeconómicos de la época y de los rituales funerarios”. Apuntó que el proyecto de estudio de los sepulcros del monasterio de Les Avellanes “es hoy ya un éxito” y lo es como excelente ejemplo de colaboración entre instituciones culturales que tienen un objetivo común: “recuperar la memoria histórica de la casa del Comtat d’Urgell”, explicó.
La réplica del sepulcro de Àlvar I y Cecília de Foix, en septiembre
En septiembre está prevista la llegada al monasterio de la réplica del sepulcro doble que se atribuye a Àlvar I y Cecília de Foix, que se está reproduciendo en Olot, gracias al apoyo de la Diputación. Será el segundo y el más complejo por su volumen y doble estructura. Hace dos años se instaló la reproducción del sepulcro del vizconde de Àger, el primero del panteón de los condes de Urgell, cuyos originales se exhiben en Nueva York. El director del monasterio, Robert Porta, apuntó que quedará pendiente el de Ermengol X, “que es el más lujoso”. La idea es que si se confirma que estos restos son de los condes se depositen cada uno en su reproducción, y “disponer del único panteón identificado de la nobleza medieval catalana”, dijo.