SEGRE

PATRIMONIO

Pruebas del riesgo extremo de tocar el mural del MNAC demuestran la gran rapidez de la degradación de las pinturas de Sijena

Comparación con las de Sant Climent de Taüll

Tall estratigràfic de l’‘artefacte’ que suporta les pintures, de menys d’1 mil·límetre de gruix.

Tall estratigràfic de l’‘artefacte’ que suporta les pintures, de menys d’1 mil·límetre de gruix.MNAC

Publicado por
REDACCIÓ

Creado:

Actualizado:

En:

Peligro de destrucción. Daños irreparables. El Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) ha alertado por activa y por pasiva sobre la extrema fragilidad de los restos pictóricos originarios de la sala capitular del monasterio de Sijena, salvados tras la quema del edificio en la Guerra Civil y que conserva y exhibe desde hace décadas. 

A la espera de nuevas resoluciones judiciales –tras la sentencia del Tribunal Supremo a finales de mayo ordenando el traslado de las pinturas–, el digital Vilaweb publicó el miércoles unas “imágenes definitivas sobre el riesgo extremo de mover las pinturas”. 

El periodista Josep Nualart firma un reportaje en el que destaca que la extracción de micromuestras de las pinturas murales pone de manifiesto “la gran rapidez del proceso de degradación” que pueden sufrir estos fragmentos murales si se manipulan.

Micromostra pictòrica de Sixena de fa quinze dies i una altra de Sant Climent de Taüll de fa 20 anys.

Micromostra pictòrica de Sixena de fa quinze dies i una altra de Sant Climent de Taüll de fa 20 anys.MNAC

En la fotografía superior de esta página se puede comprobar la extrema fragilidad de las pinturas que Aragón reclama trasladar al monasterio oscense. Se trata de una micromuestra de las pinturas de Sijena expuestas en el MNAC, obtenida hace un par de semanas; al lado, una muestra de Sant Climent de Taüll, extraída hace dos décadas. 

Las dos, en un ambiente de laboratorio de restauración. En la de Sijena, los estratos han perdido adhesión y la capa pictórica está desmenuzada en apenas quince días; la de Sant Climent, en cambio, se conserva íntegra.

Un mural incendiado

La razón principal de la fragilidad de estas pinturas es que estuvieron expuestas al incendio del monasterio en 1936, que provocó transformaciones químicas en el material. Las obras que el público puede ver en el MNAC son pues vestigios materiales de un mural incendiado, de aquello que se pudo salvar y conservar. Por consiguiente, lo que está expuesto no son pinturas murales, como recordó el miércoles el director del museo, Pepe Serra, cuando explicó con todo detalle la situación actual en relación con la posible ejecución de la sentencia (ver SEGRE de ayer). “Lo que hay es el vestigio arrancado, sobre tela y un soporte de madera de aquella obra”, precisó. Y Serra advirtió: “La parte más gruesa de toda la obra apenas mide un milímetro; muchísimas partes, solo micras. Nosotros hablamos de artefacto, la tela, la madera y los materiales añadidos, barnices, colas..., en capas diferentes [como muestra la foto inferior]. Y cada capa tiene comportamientos diferentes. Pero las capas entre sí no están cohesionadas, y la capa original presenta puntos de descohesión por todas partes”.

Titulars del dia

* camp requerit
Subscriu-te a la newsletter de SEGRE
tracking