Suspendida de nuevo y sin fecha la final entre River Plate y Boca Juniors

El partido decisivo de la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors quedó finalmente suspendido ayer, tal y como anunció el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), Alejandro Domínguez, después del ataque al autobús de Boca el sábado y los violentos incidentes en el Monumental que inicialmente obligaron a retrasar el partido a ayer. “No están dadas las condiciones. Queremos que el partido se juegue sin desigualdades. Vamos a posponer el partido. Vamos a buscar la fecha adecuada. En conjunto, con los dos presidentes, vamos a reprogramar el partido”, dijo Domínguez. La CONMEBOL convocó una reunión de todas las partes para mañana en la sede de Asunción, para buscar una nueva fecha para la final.

De esta forma, el ente del fútbol sudamericano atiende de manera parcial a la solicitud de Boca de suspender la final por no estar en “igualdad de condiciones”. El cuadro ‘xeneize’ pidió además la descalificación de River por los incidentes provocados por su afición el sábado, día en el que estaba programada la vuelta de la final. Su capitán, Pablo Pérez, tuvo que ser hospitalizado y Carlos Tévez también fue atendido, mientras que otros de sus compañeros sufrieron vómitos por los gases lacrimógenos.

La dirección de Boca pidió que se descalificara a River por los incidentes que provocaron sus seguidores

Poco después compareció ante los medios el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, para señalar a la “mafia de las barras” y la investigación que se está llevando a cabo. Asimismo, Gianni Infantino, presidente de la FIFA, desmintió que pidiese “en ningún momento” que se disputase la final o que amenazase “a nadie con medidas disciplinarias” si no se jugaba.