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Los jugadores de la selección española celebran el gol de Paco Alcácer.

Los jugadores de la selección española celebran el gol de Paco Alcácer.EFE/EPA/ROBERT GHEMENT

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La selección española venció ayer a Rumanía (1-2) en el primer partido de Robert Moreno como técnico, un duelo que allana su camino hacia la Eurocopa y que se tradujo en un homenaje a Luis Enrique tras el fallecimiento de su hija.

Tatarusanu fue el protagonista del comienzo. A los 40 segundos desbarató un mano a mano a Alcácer y cinco minutos después tuvo que frenar otro disparo del delantero. Jordi Alba también pudo haber marcado en una jugada que le vio aparecer como una exhalación ante la sorpresa rumana. El lateral no acertó a abrir el marcador y tuvo que ser Sergio Ramos el que lograse el 0-1 de penalti. La jugada nació en botas de Ceballos, que sufrió un pisotón en el área local en una acción que no pasó inadvertida para Aytekin. Ramos transformó la pena máxima logrando su octavo gol en los últimos 9 partidos y el 21 de su carrera con España.

La segunda mitad nació bajo el manto del segundo gol, en esta ocasión tras una gran triangulación que culminó Alcácer. Ceballos hizo magia girando su tobillo, Alba expuso el interior de su bota y el delantero del Dortmund solo tuvo que empujarla. El 0-2 obligó a un último esfuerzo de los rumanos, espoleados por la entrada de Ianis Hagi, el hijo del mítico George Hagi, y Florin Andone, autor del gol que devolvió la vida al encuentro. Los de Moreno no mataron el choque y dejaron respirar a su rival. Andone no tardó en aprovechar la pequeña ‘pájara’. El exdelantero del Córdoba y Deportivo ganó la partida a Sergio Ramos y marcó de cabeza el 1-2 a la hora de partido. El tanto inquietó a España, que comenzó a sufrir el resto del choque.

Llorente vio la roja directa en un mano a mano con Puscas, que dio más de un dolor de cabeza a la zaga española, y Kepa se convirtió en salvador con una parada brutal en el minuto 92. Una intervención que terminará definitivamente con el debate en la portería. De Gea se levantó del banquillo para aplaudirle.Rumanía lo intentó por todos los medios, pero Robert Moreno se resguardó metiendo a Hermoso en los minutos finales. España se encogió en el área, sudó de lo lindo y empañó su gran victoria con el rush del adversario. En cualquier caso, salió vencedora para dedicar su triunfo a Luis Enrique y firmar su quinta victoria en otros tantos partidos.

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