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Benzema celebra uno de los dos goles que marcó ayer y con los que el Madrid pasó como primero.

Benzema celebra uno de los dos goles que marcó ayer y con los que el Madrid pasó como primero.EFE

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Un doblete de Karim Benzema premió la mejoría del Real Madrid en su mejor partido de la temporada (2-0), con buena imagen en un duelo que encaró como la final que era ante el Borussia Mönchengladbach, con exhibición de Lucas Vázquez como lateral y la pareja Kroos-Modric al mando, que dio el primer puesto de grupo tras un camino repleto de turbulencias.

El Madrid llegó al duelo sin margen de error. O ganaba o quedaba fuera de la Champions. Y el Madrid recuperó su versión de las grandes noches europeas. El descrédito de caer a la Liga Europa o no superar por primera vez la fase de grupos habría desatado un huracán en el que nadie quería pensar. Todos demostraron actitud en el césped.

En la primera parte el mensaje del equipo que responde en las grandes citas estaba lanzado. Dos testarazos de Benzema el día que se convertía en el extranjero con más partidos en la historia del club –con 527, igualando a Roberto Carlos–, fueron decisivos. El francés mandó a la red centros medidos de Lucas Vázquez, renacido, y Rodrygo, en la competición en la que siempre brilla. El Real Madrid salía del apuro y, después de todo lo vivido en la montaña rusa de un grupo de frenopático, tenía en su mano el primer puesto para optar a un cruce benévolo en octavos y no lo dejó escapar.

Zidane supera el momento más crítico como técnico madridista. Su futuro estaba en el aire en caso de batacazo histórico y sale reforzado con dos triunfos que cambian el paso, ante el Sevilla y un Borussia Mönchengladbach, que queda segundo.

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