FÚTBOL
El Atlètic Lleida encaja una nueva derrota en un duelo directo ante el Alcoyano, tras dejarse remontar
Los de Gabri cierran las diez primeras jornadas de Liga con tan solo una victoria y a cinco puntos de la salvación

Boris Garrós, en la definición que supuso el 0-1. - INGRID SEGURA
El Atlètic Lleida sigue sin levantar cabeza y ayer perdió por 1-2 en casa del Alcoyano, que remontó el gol inicial de Boris Garrós, que fue un oasis en un mal partido de los de Gabri. Tras esta derrota, el propio Alcoyano marca la salvación, a cinco puntos de los leridanos, que son decimoquintos, con una victoria en diez jornadas ligueras, y encadenan cuatro derrotas, dos en Liga y otras dos entre la Copa del Rey y la Copa Catalunya.
El partido fue trabado de principio a fin. De hecho, los goles llegaron en las grandes ocasiones que tuvieron ambos equipos en un choque marcado por los duelos en la zona media. Aun así, el primero en avisar fue el Alcoyano, que a los 20 minutos de partido puso a prueba a Pau Torres, en un remate de Rubén Catalá a centro de Loren que el meta sacó con la mano.
La siguiente ocasión, de manera inesperada, supuso el gol leridano en el 27. En una de tantas pelotas divididas, Asier ganó el balón y, magistralmente, lo puso a la espalda de los centrales. Allí, encontró solo a Boris, que fusiló para poner el 0-1. Poco le duró la alegría a los de Gabri, que, diez minutos después, vieron como el marcador ya lucía el 1-1, tras un balón a la espalda de Roger Alcalà que Catalá cruzó a la perfección.
El partido se marchó al descanso con la sensación que había muy poco fútbol. Incluso los dos goles parecían excesivos por el poco espectáculo sobre el césped. No obstante, el segundo tiempo tuvo menos emoción que el primero y para colmo, las pocas llegadas se traducieron en el 2-1 final.
Antes, sin embargo, Gabri hizo un quadrúple cambio en el descanso, dando claramente marcha atrás del novedoso planteamiento inicial. Los leridanos salieron con 4-4-2 en lugar del 5-3-2 habitual y con las substituciones el técnico recuperó el esquema habitual. Ya con el sistema tradicional durante la segunda parte, el partido siguió igual, o incluso peor, porque en el 53, llegó el segundo gol local. Un balón largo provocó un desajuste de la zaga leridana, y Loren se plantó solo ante Pau, que no pudo hacer nada porque a su lado estaba Tiko Iniesta, listo para empujar el pase de la muerte de su compañero (2-1).
En el 61, Moró tuvo el empate en sus piernas tras una gran triangulación en la frontal, pero cruzó demasiado el balón en una posición franca dentro del área. Tras esa ocasión, en la siguiente media hora no hubo ninguna otra acción destacada, ni siquiera alguna amenaza de empate por parte del Atlètic Lleida, que se tuvo que conformar con balones colgados en faltas laterales, todos neutralizados por la defensa local.
De este modo, los de Gabri siguen en una situación delicada, con la esperanza de sumar ahora que el equipo ya se ha liberado de las competiciones intersemanales. De momento, el grupo tiene toda la semana libre para preparar el partido del sábado ante el Andratx. La única vez que el conjunto de Gabri ha tenido toda la semana para preparar un partido liguero supuso la primera y única victoria ante el Barça Atlètic.