“Salí al agua y lo di todo”
Emma Carrasco dice tras la medalla de bronce conseguida en el Europeo absoluto que “nunca había apretado tanto en mi vida en una carrera”. Admite que “llegué destrozada, al límite”

Una foto diferente de las tres nadadoras con la leridana en primer plano. - @AMASO87
Emma Carrasco (Lleida, 31-12-2005) atiende a SEGRE con la serenidad de quien sabe que ha dado un paso decisivo en su carrera. Acaba de conseguir su primera medalla absoluta en un gran campeonato internacional, el bronce en los 400 estilos del Europeo de piscina corta, y aún asimila lo vivido. “Estoy muy contenta y muy feliz. Era un objetivo que me había fijado justo después de los Juegos Olímpicos. Mi sueño era clasificarme para unos Juegos y, una vez logrado, quería una medalla europea o mundial. Ahora ha llegado el momento”, explicó ayer antes de subir al avión de regreso. También había competido en los 200 estilos con un sexto puesto y en los 100 estilos no pudo acceder a semifinales.
Antes de viajar a Lublin (Polonia), Emma había revisado las listas de inscritas y sabía que tenía opciones, aunque llegaba tras una preparación distinta, diseñada para salir de la zona de confort. “Era un reto, no sabía cómo iba a responder el cuerpo. Iba sin expectativas, pero con ganas. Sabía que si estaba cerca de mis mejores marcas podía luchar por algo”. La mañana de las series fue, para ella, casi más dura que la final. “Nos jugábamos el pase entre tres o cuatro españolas. Los nervios eran mucho mayores”, confiesa.
La final la afrontó con su estrategia habitual: atacar desde el inicio para aprovechar sus mejores estilos. “No sentía que tuviera nada que perder. Salí con muchas ganas, intentando abrir el máximo hueco posible para que no me alcanzaran en el crol”. Y la táctica funcionó durante gran parte de la carrera. Cuando tocó la pared, llegó la mezcla de agotamiento absoluto y satisfacción. “Creo que nunca había apretado tanto en mi vida. Lo di todo. Llegué al límite, destrozada, pero sabía que había hecho la carrera que tenía que hacer. Cuando vi que era tercera pensé: podría haber ganado si hubiera aguantado, pero me quedo con que es mi primera medalla internacional y no es de chocolate”.
El aprendizaje que se lleva es que “tengo que mejorar muchísimo el crol”. Aun así, valora como un gran avance su paso rápido por los primeros 200 metros, los mejores que ha hecho nunca. También destaca el crecimiento mental. “He aprendido a adaptarme, a competir con confianza incluso cuando la preparación ha sido diferente. Eso me hace más fuerte de cara al futuro”.
Sobre ese futuro, Emma quiere seguir luchando por metales también en piscina larga de 50 metros. Entre tanto, toca descansar unos días y recuperar energías en casa. “Después de tantos meses fuera, ahora lo mejor es volver a mi rutina, estar con mi familia, mi pareja y mis amigos, disfrutar de la Navidad. Eso me recarga”.
A los jóvenes nadadores que empiezan les envía un mensaje que refleja su propio camino. “Que disfruten y se esfuercen. Con trabajo, constancia y disciplina, todo llega aunque al principio parezca imposible. Con los años te das cuenta de que puedes convertirte en una versión de ti mismo que nunca habrías imaginado. Yo tampoco pensaba que llegaría hasta aquí, pero confié en el proceso”.
El Europeo de piscina larga de París 2026, su próximo gran reto
La próxima cita para Emma Carrasco llegará en apenas dos semanas, en la Copa de Clubes de España, donde nadará con el CN Sant Andreu. “Es muy divertido y diferente. Se trata de aportar el máximo de puntos para el equipo y estar en mis mejores marcas”, explica. Sin embargo, su gran meta está puesta en el Europeo de piscina de 50 metros en verano en París donde aspira a clasificarse y, una vez allí, luchar por una nueva medalla, incluso “si es posible, de otro color”. También busca un equilibrio que le permita rendir al máximo combinando el estado físico del año pasado con la fortaleza mental que mostró en la temporada olímpica. “Quiero disfrutar del proceso, sin agobiarme, y dar siempre mi mejor versión”, afirma convencida.