Los payeses tiran fruta ante supermercados y dan un ultimátum a Agricultura por los bajos precios

Un centenar de agricultores, con una cincuentena de tractores, han participado desde primera hora de esta mañana hasta el mediodía en una protesta contra "el abuso indiscriminado" de la gran distribución que hace bajar los precios de la fruta hasta niveles que "arruinan a la payesía", según denuncian los convocantes de esta manifestación unitaria promovida por Unió de Pagesos, JARC-COAG, Asaja Lleida y la plataforma en defensa del sector de la fruta.

La movilización ha comenzado con una concentración ante los supermercados de las cadenas alemanas Lidl y Aldi en el polígono de la antigua Cros, junto a la LL-11, donde han tirado fruta ante los establecimientos, así como huevos y harina. Desde allí, los payeses se han dirigido con sus tractores hacia el Mercadona de Baró de Maials en Pardinyes, colapsando el tráfico en esta calle y en el puente de Pardinyes, lo que ha obligado a la Guardia Urbana a desplegar un gran dispositivo para desviar a los vehículos por otras vías. Posteriormente se han dirigido a la sede de la conselleria de Agricultura en Camp de Mart, y han anunciado que si el departamento no celebra una reunión con todos los representantes del sector el próximo marte o miércoles para buscar soluciones, a partir del viernes ocuparán de forma indefinida la sede de Agricultura en Lleida. Al igual que en los supermercados, también han tirado fruta en la entrada del edificio. Desde allí, los manifestantes han ido hacia el hipermercado Carrefour, colapsando el Passeig de Ronda. También han tirado fruta, en este caso peras limoneras, a la fachada, y han roto un cristal del hotel NH, situado en el mismo inmueble. Al cerrar el hipermercado su entrada principal, han ido a la entrada del parking, que han bloqueado dejando varios árboles frutales que llevaban en un remolque.

Los representantes del sector, además de a la gran distribución, también critican la "inacción" de la conselleria de Agricultura. Según afirman el precio que cobran los agricultores por kilo de fruta es de entre 15 y 25 céntimos por kilo, cuando producirla cuesta entre 30 y 35 céntimos, mientras que el consumidor la compra a más de un euro y medio el kilo en los lineales.