El precio de la hectárea de frutales cae 539 € en un año por la crisis del sector

La crisis de precios del sector de la fruta se ha trasladado al mercado de la tierra, ya que las fincas de frutales están viendo bajar su valoración en el mercado. Así, en un año, el precio medio de una hectárea de tierra de cultivo se ha reducido un 0,6 por ciento, mientras que la destinada a frutales ha bajado un 1,88 por ciento.

El precio medio de una hectárea de tierra para uso agrícola en Lleida alcanzó en 2017 los 13.481 euros, un 0,6 por ciento menos que un año atrás, según los datos aportados por la conselleria de Agricultura. También cifra en 28.021 euros el precio medio ponderado de una hectárea de frutales en regadío, lo que representa un descenso de 539 euros con respecto a 2016, o lo que es lo mismo, una caída del 1,88%. De esta manera, se comprueba que los efectos reales de varios años de precios por debajo de costes en el caso de la fruta de hueso pasan factura al sector. Algunos agricultores han apostado por abandonarlo ante los malos resultados y otros, por reconvertir fincas hacia otras producciones, como las de los frutos secos, animados por los buenos resultados en los mercados de la almendra en los últimos años.

Pero el estancamiento o la rebaja de precios no se ha limitado a los frutales, sino que también se ha dejado sentir en el caso de todo tipo de tierras de cultivo de regadío. A pesar de todo, en este caso la caída es inferior, y se sitúa en 169 euros. Una hectárea se pagaba el año pasado a 24.158 euros, mientras que en 2016 el promedio alcanzaba los 24.327 euros.

La Genealitat pide sacar del mercado 2.000 has. de fruta de hueso mediante un plan de arranque

Las tierras de secano valen de promedio una cuarta parte que las de regadío en Lleida. Una hectárea de cultivo sin agua asegurada estaba valorada en 6.641 euros en 2017, cuando en el ejercicio de 2016 alcanzaba los 6.626.

En el caso del olivo de secano, un tipo de producción que está bajando en favor de las tierras de regadío para producir aceitunas, la hectárea registra una ligera revalorización. Pasa de 6.634 a 6.658 euros.

El informe de Agricultura también incluye la valoración de los frutos secos cultivados en secano. En este caso hay una ligera merma de valor por hectárea: de 5.038 a 5.017 euros por hectárea.

Tanto en el caso del olivo como en el de los almendros, cada vez son más las explotaciones en regadío y las nuevas plantaciones se están haciendo bajo el sistema intensivo o superintensivo (más árboles por hectárea), multiplicando así su potencial productivo.

La Generalitat negocia con el ministerio un plan de arranque La conselleria de Agricultura de la Generalitat ha elaborado un plan de acción contra la crisis del sector de la fruta, centrada de forma especial en el ámbito de melocotones y nectarinas, y tiene entre sus claves un plan de arranque que negocia con el ministerio de Agricultura. Se basa en poder sacar del mercado 2.000 hectáreas de fruta de hueso, lo que supone unas 80.000 toneladas de producción. La conselleria de Agricultura explica que está negociando con el ministerio su financiación, que correría a cargo de ambas administraciones. La Unión Europea, al menos de momento, rechaza la posibilidad de poner fondos sobre la mesa. Este plan de arranque debería pagarse, así, a través de las conocidas como ayudas de mínimis. Se trata de casos excepcionales en los que Bruselas permite planes propios de cada país sin considerar que se trate de ayudas estatales y, por tanto, representa medidas ajustadas a las reglas comunitarias. Este plan de acción fue presentado el pasado mes de mayo, e incluye otro tipo de medidas, como el fomento del consumo de fruta dulce, la profesionalización y la internacionalización del sector. Las diferentes medidas previstas para tres años están presupuestadas en 19,3 millones euros, de los cuales más de 10 millones debería aportarlos la Unión Europea –la mayoría para el plan de arranque que necesitaría diez–, Agricultura asumirá unos 6 millones y también confiaba en la colaboración del ministerio. Uno de los ejes de programa se centra en la profesionalización y crecimiento estructural del sector en los ámbitos de la internacionalización, innovación y planes estratégicos. En él se plantean medidas que pasan por un análisis territorializado, una mesa para la internacionalización, una priorización de mercados 2018-2020, la articulación de instrumentos de tecnificación y por el refuerzo y adaptación de los mecanismos de comercialización.