LABORAL ESTUDIOS
Más del 28 por ciento de las empresas de Lleida se plantea mantener el teletrabajo
Solo un 12,5% estudia aplicar compensaciones económicas para los empleados que trabajan a distancia || Pimec defiende que el sistema debe adaptarse en función de los sectores y las empresas
Imagen de archivo de una persona navegando por internet
El 28,6% de las empresas de Lleida se plantea implantar el teletrabajo de manera permanente, frente al 71,4% de que no prevé mantener esta modalidad de forma permanente. Así lo refleja una encuesta elaborada por Pimec. Ninguna empresa consultada en Lleida se plantea implantar el trabajo a distancia de forma generalizada, mientras que el 42,9% tiene previsto hacerlo para más del 50% de la plantilla y el 57,1% para menos de la mitad de los trabajadores.
En referencia a las adaptaciones que comportará para el tejido productivo leridano en cuanto la organización del tiempo del trabajo, un 57,1% cree que incorpora mayor flexibilidad horaria y un 42,9% cree que no.
En cuanto a la elaboración de un protocolo de desconexión digital, solo un 12,5% de las pymes de Lleida consultadas lo ha hecho. Por otra parte, solo un 12,5% ha previsto compensaciones económicas por el teletrabajo.
Apenas el 12,5 de las firmas leridanas han elaborado un protocolo para adecuar el tiempo de trabajo online
El presidente de Pimec Lleida, Xavier Caufapé, considera que “ante los nuevos escenarios que se han generado a raíz de la pandemia en el mundo del trabajo es imprescindible potenciar el teletrabajo, flexible y planificado, teniendo en cuenta los beneficios que conlleva para a las empresas, las personas y la sociedad, los cuales son la conciliación, la productividad o el compromiso con la empresa, entre otros”.
En este sentido, considera que “el trabajo a distancia no debe ser un modelo único y uniforme, sino que debe adaptarse a las características de cada empresa: sector, dimensión, territorio y actividad que desarrollan y en la diversidad de los puestos de trabajo. Ha resuelto parte de la problemática de las empresas a lo largo de la pandemia y ha acelerado el proceso de digitalización”.
En este sentido, defiende “la flexibilidad, ya que las rigideces de regulación o negociación colectiva pueden inhibir la instauración de teletrabajo en muchas empresas y desde Pimec pedimos modelos híbridos y la prudencia necesaria ante la asunción de nuevos gastos para las pymes y los autónomos.
También se debe hacer autocrítica sobre el hecho de que pocas empresas han hecho un análisis previo organizativo de coste-beneficio, por eso es imprescindible hacerlo para evaluar ganancias, garantías, derechos y deberes, entre otros aspectos, y es necesario porque asegura parte el éxito de la implantación del teletrabajo”. En esta línea, defiende que las empresas no deberían perder la oportunidad de desplegar el teletrabajo.
Trabajo aboga por un “contrato social” para el empleo a distancia
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, afirmó que las lecciones aprendidas durante la pandemia exigen ahora “cambiar la forma de organización en el mundo del trabajo y empresarial”, con atención a la flexibilidad de la jornada, la formación de los trabajadores y los cuidados. Esto obliga a firmar un “nuevo contrato social con las empresas”, que contemple cambios tecnológicos y ecológicos y que permita el teletrabajo en los sectores en los que sea posible.
“La empresa debe poder contar con fórmulas flexibles en la jornada, pero los trabajadores también. Cuando un trabajador participa en el diseño de su jornada, también aumenta su productividad”, aseguró Díaz.
La ministra recordó que su cartera tiene pendiente abordar la ley de usos del tiempo en el trabajo, para dar a los trabajadores tiempo para los cuidados pero también para la formación.
