Prefabricats Pujol, Ribalta i Fills y dos firmas más de hormigón se alían para crecer

Cuatro empresas del sector de la fabricación y suministro de hormigón, las leridanas Ribalta i Fills y Prefabricats Pujol, que ya unieron esfuerzos para potenciar su actividad el año pasado, y las barcelonesas Calaf Grup y Fiasa Mix, ha decidido aliarse con el objetivo de optimizar la gestión de sus recursos y posicionarse como la segunda operadora más grande del mercado catalán. De esta manera han decidido poner en marcha una nueva sociedad bajo el nombre de Formigons.cat (Formigons Centre d´Abastiment i Transport), que contará con una quincena de plantas de hormigón en funcionamiento, alcanzando una amplia zona que incluye Lleida, el Alt Pirineu y la Catalunya Central. En concreto, estas se situarán en las comarcas del Segrià, les Garrigues, la Segarra, la Noguera, l’Alt Urgell, la Cerdanya, el Berguedà, el Bages, l’Anoia, el Moianès y el Solsonès. La operación, que está sujeta a su aprobación por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), prevé facturar anualmente más de 25 millones de euros.

La nueva sociedad operará de forma autónoma, con una gestión integral de toda la cadena de suministro y aprovechando las economías de escala para conseguir una mayor competitividad. Así, Formigons.cat, con una producción de más de 230.000 metros cúbicos anuales, busca mejorar la eficiencia mediante la optimización de la compra de materias primas y la contratación de servicios, además de la distribución eficiente entre las distintas plantas. Este modelo permite también la incorporación de más compañías.

Con esta iniciativa las cuatro firmas demuestran su compromiso con la innovación y la mejora continua en el sector de la construcción, impulsando un modelo de negocio sostenible y eficiente.

El pasado mes de octubre, Ribalta i fills y Prefabricats Pujol anunciaron el lanzamiento de Ribalta-Pujol, con sede en Oliana, una unión estratégica con el objetivo de potenciar y ampliar su actividad. Esta empresa, que ya cuenta con autorización de la CNMC, gestiona seis plantas en Lleida y prevé facturar unos 9 millones de euros anuales y producir 120.000 metros cúbicos de hormigón.