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Ramon Arnó, experto en delitos en las redes, sobre los falsos rumores en el crimen de Cappont: "Cada uno es responsable de sus palabras y sabe las consecuencias"

El abogado comparte todo lo que se tiene que saber sobre las consecuencias jurídicas de publicar insultos o amenazas en las redes sociales

Ramon Argó, abogado especializado en delitos en las redes, en una foto de archivo.

Ramon Argó, abogado especializado en delitos en las redes, en una foto de archivo.

LÉRIDA

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A raíz del caso del hombre de 78 años que mató a su yerno a plena luz del día, en Cappont, las redes se llenaron de comentarios de todo tipo. En el Instagram de SEGRE, estaba desde gente criticando la situación, hasta usuarios que se preguntaban cómo podía estar pasando una cosa similar. Pero unos cuantos comentarios fueron más allá y, en un momento en que todavía no se sabía el porqué de todo, empezaron a crear realidades paralelas a las que realmente habían sucedido. Muchos de ellos por pura repetición, como si fueran loros, y otros, directamente, por maldad.

En este sentido, Ramon Arnó, abogado leridano especialista en delitos en Internet, cree que "aunque la persona damnificada esté muerta, si la familia directa denuncia el responsable de este comentario podría acabar en un juicio". Arnó define hasta 3 tipos diferentes de comentarios que no se pueden penar en las redes sociales:

  • Los informativos o neutros, son aquellos que simplemente informan de algún hecho. (ex. "Llueve en Lleida")
  • Les opiniones, es decir, cuando a partir de hechos objetivos damos nuestro punto de vista (ex. "Que bien, llueve en Lleida")
  • La crítica, que es un tipo de opinión negativa hacia un individuo o colectivo, también basada en hechos empíricos (ex. "No me gusta el alcalde del pueblo porque ha dejado morir 200 árboles esta última semana")

Todos estos comentarios están protegidos por el derecho a la libertad de expresión y son completamente legales. De hecho, si se critica personas o empresas públicas, Arnó dice que se da más "margen" para preservar todavía más este derecho. El problema, sin embargo, es cuando se traspasan estos límites. Arnó explica que hay tres más que SÍ que constituyen un delito:

  • Les injurias son, básicamente, insultos. Los insultos de cualquier tipo en las redes pueden traer a una persona entre 3 y 14 meses (dependiendo del grado del insulto y de la manera como se ha hecho) en la prisión.
  • Les calumnias son aquellas acusaciones falsas hacia una persona. Es cuando alguien publica en un comentario que una persona ha hecho alguna cosa que realmente no ha hecho. "Tanto si se hace con una intención detrás como si no, está igualmente penado", explica Arnó. Este delito contra el honor de alguien o de algún colectivo se penaliza con entre 6 meses hasta los 2 años de prisión.
  • Les amenazas son el delito en las redes que implican intimidar a una persona o colectivo con delitos como homicidio, agresiones o coartar su libertad. Este delito, el más grave que se puede hacer a través de un mensaje, se pena con entre 6 meses y hasta 5 años de prisión. 

Todos estos delitos están penados y, además, si se han hecho a través de Internet, tienen un agravante por haberse hecho públicamente. Encima, hay que añadir que, más allá de las penas de prisión, los denunciados pueden encontrarse con indemnizaciones de miles de euros. "Hace poco conseguí que le pagaran hasta 15.000 € a un cliente después de un juicio", explica Arnó.

¿Qué pasa si he hecho uno de estos delitos sin ser completamente consciente?

En los casos donde una persona, por simple repetición, acaba publicando un comentario en las redes sociales que acaba siendo una calumnia, ya que la información que se daba no era real y, además, estropeaba a una persona haciéndolo, podrían acabar sentadas en un juzgado. "Cada uno es responsable de sus palabras, y sabe cuáles son las consecuencias" explica Arnó.

Y es que, en caso que una persona damnificada por un comentario tiene fundamento para denunciar al autor y quiere hacerlo, este podría acabar en un juzgado y, en los peores de los casos, en la prisión. "Si una opinión no aporta nada y perjudica a alguien, puede acabar en los tribunales. Incluso si la persona calumniada está muerta, sus familiares directos podrían denunciar al autor de los comentarios si quisieran", explica.

¿Qué pasa si me injurian, me calumnian o me amenazan con una cuenta anónima?

Hoy en día, es muy complicado utilizar el anonimato para escaparse de una denuncia. Si te han perjudicado a través de Internet con un usuario que no aporta ningún dato, siempre se puede recurrir a los Mossos d'Esquadra. "Los agentes tienen las herramientas para rastrear la IP desde donde se ha enviado un mensaje que perjudica el honor de alguien", asegura Arnó. "Con un simple permiso de un juez, los servicios de telefonía tienen que dar los datos geográficos desde donde ha salido un mensaje en concreto y gracias a eso, se localiza muy fácilmente a los usuarios de Internet", explica.

Incluso, si se hace un comentario desde una IP pública, como puede ser una biblioteca, los Mossos pueden investigar a través de las cámaras de seguridad para encontrar a quién ha enviado un mensaje de odio. Por lo tanto, muy pocos delitos de este tipo acaban sin juzgar si hay una denuncia.

¿Cómo suelen acabar los juicios de injurias, calumnias o amenazas en la web?

Ramon Arnó explica que muchos juicios de este tipo de delitos se acaban antes del mismo juicio. "Muchas veces, el caso acaba antes del juicio con un acuerdo de indemnización entre las dos partes", dice el experto, aunque también asegura que "hay otros que acaban en los juzgados".

Por todo ello, Arnó tiene claro que "si escuchas un discurso a las redes sociales que no sabes del seguro si es cierto, lo mejor que puedes hacer es no reproducirlo".

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