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Exorcismos. Mirar al demonio a los ojos.

Es toda dulzura y se confiesa miedosa, pero se dedica a visitar casas encantadas. “Siempre me ha interesado el misterio”, dice la leridana Teresa Porqueras. Hasta el punto de haberlo convertido en su profesión. Dirige con su marido la productora Teva Films, desde la cual elabora reportajes para el programa televisivo Misteris con Sebastià d'Arbó. Una entrevista con el exorcista del arzobispado de Barcelona Juan José Gallego fue el punto de partida del libro Cara a Cara con Satanás, que acaba de publicar el editorial Apostroph. “Creo porque he visto los ojos a la bestia”, dice.

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¿Existe el demonio? La leridana Teresa Porqueras asegura que lo ha mirado a los ojos. Después de meses de hablar con exorcistas y poseídos para escribir el libro Cara a Cara con Satanás, dice que “hay alguna cosa” y que por mucho que seamos racionalistas del siglo XXI nos tenemos que rendir a la evidencia que “levitar o hablar lenguas que no conoces no se puede atribuir a una esquizofrenia”.

−− ¿Hay poseídos en Lleida?

¡Os sorprendería saber cuántos! Y no es una cosa de ahora. Hay una amplia tradición de poseídos. La iglesia de Santa Maria de Cervera es famosa por los exorcismos. Hay, incluso, una leyenda: entrando en la iglesia, a la izquierda, hay una columna en la cual se ve una especie de pisada que, según la tradición, es la marca que dejó un poseído cuando, en pleno exorcismo, tiró el zapato con mucha fuerza. En el pueblo del Tarròs también hay una leyenda sobre exorcismos: un poseído, hablando por boca del demonio, dijo que la veracreu del Tarròs o era la auténtica, que la auténtica era la de Santa Maria de Cervera. En 1890 el canónigo de la catedral de Lleida Antoni Tupinós hablaba en sus panegíricos que se tenía que vigilar con el demonio. De hecho, en aquella época todos los sacerdotes eran instruidos en el arte del exorcismo y era habitual que en todas las parroquias estuviera el libro de los exorcismos de Benito Pérez Remigio. Hay otra figura de Lleida, de Aitona, en concreto, que hacía exorcismos: el padre Francesc Palau. Importante porque incluso se dirigió al Vaticano para intentar formar la primera Orden de Exorcistas... ¡Con estos antecedentes no es de extrañar que todavía hoy haya poseídos!

“Tenía dudas cuando empecé el libro, pero he visto los ojos de la bestia”

−− Difícil de creer.

Los exorcistas están desbordados por la cantidad de gente que les va a ver. Al principio, yo tampoco me lo acababa de creer, era reticente, necesitaba pruebas. Pero cuando empecé el libro lo hice con una mente bastante abierta, con muchas ganas de preguntar. Primero, el padre Juan José Gallego se cerraba bastante y no me acababa de explicar los casos. En parte, por el secreto de confesión; en parte, porque todavía no me tenía confianza. Pero en una de las entrevistas que le hice le llamaron por teléfono y, al colgar, me dijo: “una leridana”. Se me pusieron los ojos como platos: ¡una leridana estaba pidiendo ayuda a un exorcista! Aluciné. Primero no supe gran cosa, sólo que era una persona que sufría mucho, pero finalmente el padre habló con ella y accedió a que lo entrevistara siempre que no saliera su nombre real al libro, donde lo identifico como Anaïs.

−− ¿Cómo fue el encuentro con la poseída de Lleida?

Me invitó a ir a su casa el mismo día que le llamé. Necesitaba explicar su caso. Estábamos las dos solas y fue muy impresionante. “No tengas miedo, nunca le he hecho daño a nadie”, me dijo. Y eso me asustó. Mientras yo hablé con ella tuvo varias manifestaciones diabólicas. Ya sé que eso parece extraño, pero fui testigo de cómo le cambiaba la voz, cómo sacaba la lengua y, sobre todo, hubo un momento en que vi los ojos de la bestia. Había una cosa oscura, que no era de este mundo. Fue escalofriante. Esta chica tiene estudios universitarios y mucha cultura, no sufre ninguna enfermedad mental, ha ido a muchos psiquiatras y psicólogos y no le encuentran nada. Hace siete años que se somete a exorcismos porque para ella la situación es insostenible y sufre mucho. Tanto ella como su familia. Ha intentado suicidarse varias veces porque no quiere vivir así, pero lo fuerte es que ella es una de tantas personas que solicitan ayuda. También en Lleida. Son casos reales de poseídos por el diablo. También contacté con otra leridana que había necesitado un exorcismo, pero su caso no es tan exagerado. Ella tiene una vida complicada y aunque su caso es más light vive con mucho miedo. En su casa pasan fenómenos paranormales, ve sombras, siente presencias... Había tenido un novio de otra religión e hizo un ritual extraño.

“Hay mucha tradición de poseídos en las comarcas de Lleida, que se han tratado, sobre todo, en Santa Maria de Cervera”

−− ¿Ha asistido a algún exorcismo?

Sí, y fue uno de los de la leridana que llamo Anaïs. No puedo decir dónde se hizo porque no puedo explicar más. Tengo demasiada información y la Iglesia está un poco reticente en este tema...

−− ¿Porqué?

Porque dentro de la Iglesia hay un sector que niega la existencia del demonio. Así como toda la Iglesia cree en la existencia de Dios, la del diablo no genera el mismo consenso. Este sector piensa que el demonio es un concepto metafórico, una parábola. Y los exorcistas demuestran que existe, que es un ser real que actúa a la sociedad. Y tienen una lista de espera interminable a pesar de atender seis casos cada día.

"Una parte de la Iglesia niega la existencia de Satanás y por eso no sabe demasiada gente que los exorcistas, hoy día, tienen lista de espera”

−− ¿Tanta gente hay poseída?

No todos los casos son de posesión. Este sería el caso más grave. También se necesita hacer un exorcismo en casos de influencias demoníacas, que son la mayoría. Y hay de muchos tipos. Normalmente, cuando el demonio se apodera de una persona es porque ha hecho alguna práctica esotérica: ha ido a ver a un brujo, ha hecho la ouija, un pacto satánico... De otras veces es porque sí. Un exorcismo puede ayudar, pero se tiene que ir con fe. Al fin y al cabo, es una oración. Cuando hablamos de energía negativa es porque nos da miedo hablar del diablo, y constatar que está entre nosotros, que hay más de seis mil personas en España en sectas satánicas. Y que algunas de estas sectas están en Lleida, en el Pirineo. Traen su actividad en secreto, pero algunas tienen, incluso, grupo de Facebook. Hacen antimisas en las cuales utilizan hostias consagradas. En Madrid se detectó que había un mercado negro de hostias consagradas.

−− La realidad supera la ficción.

De lo que sale en la película El exorcista lo único que no es real es que giran la cabeza 360 grados y el vómito verde. El resto, se aproxima mucho. Se muestran igual de agresivos, se arquean... dejan de ser humanos.

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