ESNOTICIA
La Atención Primaria, desbordada
El 98% de sus facultativos en Lleida afirma en una encuesta de Metges de Catalunya que sufren sobrecarga laboral || Sus profesionales constatan que la población desconoce que la reorganización en los centros ha cambiado por la Covid y ahora incluye un nuevo 'filtro' cuando se pide consulta
Los profesionales de la Atención Primaria de Lleida y Catalunya llevan años denunciando que el sistema está infradotado económicamente y que no dan abasto para atender a sus pacientes, hacer informes y visitas domiciliarias, entre otras tareas. Esta situación se ha agravado con la pandemia, ya que también hacen test PCR, controlan a los que dan positivo y a sus contactos y deben atender a centros educativos. Una encuesta del sindicato Metges de Catalunya señala que esto se traduce en sobrecarga laboral.
A todo esto se suma el hecho de que la organización en los ambulatorios ha cambiado, y sus profesionales lamentan que el departamento de Salud no lo ha explicado a la población, que en ocasiones cree que “no hacemos nada”. Así, ya no se puede pedir cita previa en la página web o por teléfono y, en la mayoría de CAP, no atienden a los pacientes que acuden sin cita. Ahora el usuario debe informar por estas vías por qué quiere ser visitado, y personal del centro decide si se le atenderá telefónicamente o presencialmente. Lo más seguro es que no lo haga su profesional de siempre, ya que entre todos se reparten las tareas. En el caso de Lleida ciudad, cualquier patología compatible con la Covid se deriva al CAP de Urgencias de Prat de la Riba.
La médico de familia del CAP Rambla Ferran y portavoz de Metges de Catalunya, Ana Retamero, afirmó que están desbordados. La encuesta de este sindicato a los facultativos de Primaria en Lleida afirma que el 73% sufre sobrecarga laboral y que un 25% están colapsados. “Dependiendo de lo que el paciente necesita, se le programa en una agenda genérica de todos los profesionales y, tras llamarle, se decide si es mejor que venga presencialmente. Sin embargo, la gente piensa que le visitará su médico y no es así. Algunos hacen consultas presenciales, otros llamadas y otros atención domiciliaria”, explicó. Señaló que “en ocasiones, cuando terminamos la jornada nos quedan 124 llamadas pendientes. Y es que en un solo día podemos tener 350. Además hay otro profesional que solo hace seguimiento de pacientes Covid”. Añadió que también hay menos profesionales porque algunos están en el CUAP, otros en el hotel Salut, de baja y de vacaciones. “El fallo está en que no se ha explicado a la población cómo trabajamos, creen que no les queremos coger el teléfono y se sienten desatendidos, cuando la realidad es que las líneas están colapsadas”.
En lo mismo coincidió el médico de familia del CAP Bordeta-Magraners Eduard Peñascal, quien afirmó que usan sus móviles personales porque si no la centralita se colapsa. “Hay mucho trabajo, pero no diría que estamos desbordados. Quizá hemos tenido suerte porque hay pocos profesionales de baja”, señaló, y valoró que “el problema es que trabajamos de forma diferente, la gente no lo sabe, y hace que te sientas incómodo”. Lamentó que no haya podido hacer el seguimiento de pacientes suyos y que han fallecido. También dijo que “desde hace 15 años hay una falta de inversión increíble” y que se necesitan más enfermeras.
“La Primaria es la hermana pobre de Salud”, afirmó la presidenta del Colegio de Enfermeras y directora del CAP Onze de Setembre, Mercè Porté, que añadió que “hay que educar más en prevención, porque es más barato evitar un infarto que actuar cuando se tiene”. Asimismo, insistió en la falta de personal de enfermería para atender a los colegios. “En Lleida estamos tensos. Hay muchas llamadas de padres y escuelas porque no saben cómo actuar ante la Covid y, además, la gente debe entender que nuestra organización ha cambiado”, concluyó.