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El certificado Covid obligatorio entra en vigor sin apenas incidencias en Lleida

La hostelería constata algunas anulaciones de reservas de comidas de grupo

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.JORDI ECHEVARRÍA

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La aplicación del certificado Covid en la restauración, gimnasios y residencias entró ayer en vigor con normalidad en Lleida, tras el colapso de la semana pasada que obligó a aplazarlo. La mayoría de locales y clientes ya estaban preparados, aunque todavía hay personas que no lo tienen. Varios bares lamentaron el exceso de trabajo que supone.

A diferencia de la semana pasada, cuando hubo un colapso en las descargas del certificado que obligó a aplazar siete días esta medida, la mayoría de establecimientos y sus clientes lo tenían todo preparado. En toda Catalunya se han emitido 11,9 millones de certificados, 242.000 solo ayer por la mañana.

El pase Covid puede obtenerse desde La Meva Salut y en la web vacunacovid.catsalut.gencat.cat, aunque quien tenga dificultades puede recogerlo en un CAP o en un centro de vacunación. De hecho, personas de edad avanzada tuvieron problemas para entrar en bares porque no lo tenían. Responsables de varios bares de la capital explicaron que piden el pase una vez que los clientes están sentados y otros, en la entrada.

“La gran mayoría lo ha enseñado y no ha habido ningún problema”, coincidieron algunos, que también explicaron que había personas que no lo tenían y decían que no se lo habían descargado. “Algunas se iban enfadadas”, señalaron. Otros aseguraron que a sus clientes habituales “solo se lo pediremos una vez”, mientras que algunos locales no lo solicitaban.

Por otro lado, hubo establecimientos con pocos clientes porque la mayoría de los que querían entrar no tenían el certificado. “El aforo del bar está al 30% de lo normal y me preocupa que siempre sea así”, lamentó el titular de uno. Además, la mayoría denunció que a causa de tener que pedir el certificado “se nos duplica el trabajo”.

Por su parte, el secretario general de la Federación de Hosteleria de Lleida, Ramon Solsona, afirmó que no hubo incidencias y pidió paciencia. También criticó que “nos sobrecargan de trabajo para una medida que apenas aporta algo”. Además, aseguró que tras la obligatoriedad de pedir el certificado Covid, se han anulado “algunas” reservas en restaurantes, pero no a gran escala.En las residencias, tampoco hubo problemas, según explicaron algunos centros.

La directora del Centre Geriàtric Lleida, Carol Mitjana, y la de la residencia de Esterri, Ana Sáez, valoraron positivamente su puesta en marcha. Por último, responsables de gimnasios indicaron que como ya tienen a los clientes identificados, solo deben comprobar que tienen certificado y no su identidad.

Interior avisa de que locales que no lo pidan pueden ser multados

El departament de Interior confirmó ayer que se sancionará a aquellos establecimientos que no pidan el certificado Covid, en aplicación del decreto ley 30/2020 del 4 de agosto por el que se establece un régimen sancionador específico por el incumplimiento de las medidas de prevención y contención sanitarias para hacer frente a la Covid.

Según el decreto, las sanciones pueden ser leves, que van de los 100 a los 3.000 €; graves, de los 3.001 a los 60.000, y muy graves, hasta los 600.000 euros.

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.JORDI ECHEVARRÍA

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.JORDI ECHEVARRÍA

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.JORDI ECHEVARRÍA

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.JORDI ECHEVARRÍA

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.JORDI ECHEVARRÍA

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.JORDI ECHEVARRÍA

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.JORDI ECHEVARRÍA

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.

Un bar de Lleida, con carteles que indican la obligación del certificado, comprobando el de un cliente.JORDI ECHEVARRÍA

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