Grito de alerta del sector del metal en Lleida: se necesitan 500 soldadores
Las empresas metalúrgicas leridanas se ven obligadas a rechazar proyectos por falta de personal cualificado y algunas ya han iniciado trámites para contratar trabajadores en origen

Un trabajador suelda la cisterna de un camión en la empresa Cubas Segre de Lleida.
El sector del metal en la demarcación de Lleida ha lanzado un grito de alarma ante la necesidad urgente de incorporar como mínimo medio millar de soldadores a corto plazo. Esta falta de trabajadores cualificados está limitando seriamente el crecimiento de las empresas, que se ven forzadas a rechazar proyectos para no poder atenderlos con garantías. La situación ha llegado a un punto tan crítico que algunas compañías ya han iniciado los trámites para contratar personal en origen, ya que lo ven como la única solución viable para cubrir las vacantes.
Jordi Rull, presidente de la Federación de Empresarios Metalúrgicos de Lleida (FEMEL), ha explicado a la ACN que el sector tiene dificultades importantes para captar profesionales, especialmente entre la gente joven. "Les emprendidas dedicamos muchos recursos al formar gente que no tiene nada que ver con el sector. Nos hemos convertido en escuelas porque hay alguna cosa que el sistema no nos aporta", ha afirmado Rizo, añadiendo que el proceso de formación se alarga hasta un año antes de que el aprendiz pueda trabajar al taller con los conocimientos básicos de la profesión.
Según las estadísticas de FEMEL, el déficit de personal en el sector no remite desde hace años y actualmente se necesitan incorporar entre 400 y 500 trabajadores como mínimo a corto plazo. Los perfiles más solicitados son soldadores, electromecánicos y personal de taller especializado en el funcionamiento de centros de mecanizados y máquinas de corte por láser.
Una crisis que afecta empresas de todas las dimensiones
Cubas Segre, una empresa con una plantilla de 72 trabajadores, ejemplariza esta problemática. Su gerente, Jordi Sauret, ha confirmado que necesitan incorporar entre 8 y 10 soldadores de manera inmediata. "A pesar de buscar en las escuelas o en la cola del paro, no hay gente suficiente", ha lamentado. Sauret también ha puesto énfasis en la falta de relieve generacional: "A las nuevas generaciones les cuesta entrar a aprender el oficio. Hay muchos que empiezan, pero lo dejan porque no se quieren dedicar".
Por su parte, Eulalio Nieto, gerente de MEN Montajes Industriales, ha compartido que después de 45 años de experiencia en el sector, "es ahora cuando más se nota la falta de trabajadores". Este testigo confirma que la situación actual no tiene precedentes en las últimas décadas y que hay que tomar medidas urgentes.
Les contrataciones en origen como solución de emergencia
Ante esta situación crítica, varias empresas del sector metalúrgico leridano han empezado a explorar la contratación de personal extranjero. Cubas Segre ya ha iniciado este camino y está a la espera de la incorporación de un trabajador contratado en origen, pendiente de que la administración dé el visto bueno a los trámites de un proceso que empezó hace 4 meses.
"Cuando encuentras a una persona con experiencia hace falta que quiera venir y buscarle alojamiento", ha destacado Sauret, quien reconoce que no es un proceso sencillo. A pesar de las dificultades, la empresa tiene la intención de contratar en origen a 8 personas más con la previsión de utilizar este mecanismo "durante mucho tiempo" si la situación no mejora.
Un sector en transformación con salarios competitivos
Los representantes del sector metalúrgico leridano insisten en que el oficio ha evolucionado considerablemente con respecto a décadas anteriores. "Les condiciones en taller son igual de buenas que en la oficina", ha asegurado Sauret, desmontando así el tópico de que se trata de un trabajo en condiciones precarias.
Eulalio Nieto ha reforzado esta idea subrayando que "no es un oficio sucio" y que los salarios son "atractivos", precisamente por la falta de trabajadores cualificados. Rull, por su parte, ha explicado que actualmente el trabajo es menos físico ya que muchas de las tareas manuales se han automatizado: "Es un sector en plena revolución tecnológica. Afrontamos grandes retos como la inclusión de la IA en el sector".
La formación profesional dual: una apuesta para solucionar el déficit
Con el fin de dar respuesta a esta necesidad urgente, el Institut Municipal d'Ocupació (IMO) de Lleida ha impulsado un programa de FP dual específico para el sector del metal, centrado especialmente en soldadura. Este programa combina el aprendizaje teórico con la práctica en un entorno laboral real mediante un contrato de formación.
El programa está dirigido prioritariamente a jóvenes de entre 16 y 29 años, aunque también pueden participar personas mayores de 29 años con dificultades de inserción laboral. Actualmente cuenta con 15 alumnos seleccionados de entre 140 candidaturas, lo que demuestra el interés que puede despertar el sector cuando se ofrecen oportunidades formativas adecuadas.
"Por parte de las empresas, si los alumnos responden y cumplen las expectativas, el 100% de los estudiantes tendrán lugar de trabajo", ha asegurado Rull, quien considera que la formación dual "es una fórmula buena y acertada" y confiesa estar "esperanzado" con esta iniciativa.
La voz de los estudiantes: oportunidades reales de inserción laboral
Irene Brocal, de Alcoletge, es una de las estudiantes que ha apostado por este curso del IMO. "Es perfecto porque te forman, adquieres un certificado, cuentas un año de experiencia y tenso la oportunidad de acceder a un trabajo", ha destacado. En la misma línea se ha expresado Adrià Estruch, de Peramola: "Me interesa la formación porque el sector del metal tiene buenas salidas laborales".
El programa está subvencionado por el Servei d'Ocupació de Catalunya (SOC), con fondos recibidos por el SEPE y el Ministerio de Educación.