El Aplec del Caragol de Lleida, veraniego y de récord con 16.500 peñistas y 200.000 visitantes
Las charangas toman el protagonismo con el pasacalles y el cierre de la fiesta

Una de las ‘colles’, ayer en el pasacalles por el Pont Vell. - PAU PASCUAL PRAT
La 44 edición del Aplec del Caragol de Lleida cerró ayer tres días de fiesta gastronómica multitudinaria batiendo cifras de récord, con 16.500 peñistas de 121 colles y 200.000 visitantes. Las temperaturas veraniegas animaron la jornada, que empezó con el tradicional desfile a ritmo de charanga y en la que no faltaron los caracoles.
Pasaban pocos minutos de las nueve de la mañana y las colles del Aplec del Caragol desfilaban por la pasarela de los Camps Elisis para iniciar el pasacalles por el centro de la ciudad hasta llegar a la plaza Bores. Este fue ayer el primer acto del último día de la 44 edición de la fiesta gastronómica, que ha vuelto a superarse con cifras de récord: 16.500 peñistas de 121 colles (tres nuevas este año) y 200.000 visitantes.

Les xarangues van ser les protagonistes de la desfilada de les colles en l’última jornada de l’Aplec del Caragol. - PAU PASCUAL PRAT
Con temperaturas veraniegas, que en Lleida ciudad superaron los 30 grados, los peñistas desfilaron a ritmo de las charangas, que llenaron de colorido el centro y llevaron la fiesta por las calles de la capital.
Algunos transeúntes no dudaron en inmortalizar el momento con sus móviles mientras el desfile transcurría sin dejar de bailar, hasta la entrada de los Camps Elisis, donde se impusieron las escarapelas en las insignias de las colles (pendones). La música también fue la protagonista con la Xarangada para poner el broche final a la fiesta.
“Estamos muy orgullosos de que esta fiesta sea un ejemplo de civismo y convivencia. La gente ha venido a pasarlo bien y a estar con la familia y los amigos”. Así se expresó el presidente de la Federación de Colles del Aplec del Caragol de Lleida (Fecoll), Ferran Perdrix, al hacer balance de esta edición, en la que dijo que no hubo incidencias destacadas.
Tras destacar que alcanzaron todas las expectativas, con cifras de récord y “las calles del recinto llenas como nunca antes habíamos visto”, aseguró que los peñistas le trasladaron esta sensación de mayor seguridad con la incorporación este año de controles de acceso al recinto del Aplec, y que estudiarán mejoras para el año que viene. Otra de las novedades de este año fue el reparto de pulseras identificativas para invitados, con unas 100.000.
Perdrix también aseguró que los visitantes mostraron su satisfacción por el servicio de restauración, con un segundo restaurante este año en la plaza central. Según dijo, hasta el mediodía de ayer, se habían servido más de 2.000 menús y unos 1.000 tastets. “Atrae público que quiere vivir el espíritu del Aplec y disfrutar de la gastronomía estrella de Lleida, que son los caracoles”, señaló.