PAERIA
El PSC saca pecho de su gestión, PP y ERC lo critican y Junts avisa que su apoyo "no es un cheque en blanco"
El pleno sobre el estado de la ciudad ha evidenciado los diferentes puntos de vista entre el gobierno y la oposición
"Ninguna ciudad de Catalunya tiene tantas ganas de hacer cosas como Lleida", ha asegurado Larrosa

El segundo pleno sobre el estado de la ciudad de este mandato se ha celebrado esta mañana.
El pleno del estado de la ciudad de esta mañana, que coincide con el ecuador de este mandato, ha evidenciado una vez más los diferentes puntos de vista que el gobierno municipal del PSC y los grupos de la oposición tiene con respecto a la situación actual de Lleida. Para el alcalde, Fèlix Larrosa, y la bancada socialista la ciudad está mejorando en servicios, oferta de vivienda, seguridad, suelo industrial y equipamientos, mientras que para la mayoría del resto de grupos todo está igual que hace dos años o incluso peor, con un gobierno "que vive en una burbuja de autocomplacencia", que no acepta la crítica ni soluciona problemas que se arrastran de hace años como la limpieza. Este podría ser el resumen rápido de la sesión vivida esta mañana en el ayuntamiento en un pleno en el que cada portavoz ha sacado a relucir su dialéctica política más que en ninguna otra intervención de lo que llevamos de mandato y en el que Junts, que hasta ahora ha sido el principal socio de gobierno de los socialistas, ha marcado terreno avisando a Larrosa que su apoyo "no es un cheque en blanco" y que, pese a haber dado su voto a favor en varios proyectos clave, también se arrepienten de haber apoyado algunas de sus iniciativas estos últimos dos años, como por ejemplo la nueva concesión del Aula de Teatre.
El alcalde empezó su discurso sacando pecho remarcando que en dos años han cumplido más de la mitad de las acciones previstas en su plan de acción municipal, que han elaborado un nuevo contrato de jardinería, que están ultimando el de la limpieza "que nos hará ser excelentes" y que han iniciado la renovación de 15.000 puntos de luz. En materia de seguridad destacó que instalarán más de 300 cámaras en la vía pública, han reforzado la Guardia Urbana y la dotarán de más tecnología y que los hurtos han bajado un 6%, las okupaciones un 40% y los robos en comercios un 30%. También ha destacado que en breve acabarán las obras del Palau de Vidre y Rambla Ferran, que han plantado más de 2.000 árboles y tienen suelo para construir 300 viviendas y rehabilitar otras 400 para promover la emancipación juvenil. También ha anunciado la creación de un área de control de los servicios municipales. "No hay ninguna ciudad en Catalunya con tantas ganas de hacer cosas como Lleida", ha asegurado Larrosa.
El jefe de la oposición y del PP, Xavi Palau, replicó al alcalde que "hay una cierta lejanía en cómo ve la ciudad el gobierno y cómo lo ve la ciudadanía" y ha recordado que las principales quejas vecinales siguen siendo la limpieza, la inseguridad, el aumento de plazas de zona azul o la subida de impuestos, entre otras. También ha advertido que, por mucho refuerzo de la seguridad que se haga "la ciudadanía no verá mejoras si no se actúa contra la multirreincidencia y no reforzamos el sistema judicial, que está colapsado y hay una percepción de impunidad". También ha admitido que en algunos aspectos "hemos vuelto dos años atrás y le tendió la mano para consensuar el nuevo Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM). También le ha advertido que "si no cambiamos o solucionamos los problemas de la ciudadanía, alguien vendrá a hacerlas por nosotros".
La intervención más dura fue sin duda la de la portavoz de ERC, Jordina Freixanet, que ha empezado diciendo que "en dos años hemos podido ver la peor versión de su gobierno: propaganda vacía con visión paternalista y escuchando solamente a los que quieren, han olvidado su labor de escucha". También le ha recriminado que "Lleida es una ciudad más cara que hace dos años, más insegura y con proyectos faraónicos que ya vivimos hace años y todavía los estamos sufriendo". Paralelamente, ha acusado al gobierno de "vivir en una burbuja de autocomplacencia y se han tomado sus acusaciones como un ataque" y que, para celebrar el ecuador de su mandato "le regalaremos unas tijeras y una cinta para inaugurar los proyectos del mandato anterior, como la estación de autobuses a la que usted de opuso. En Lleida lo mejor está por llegar, pero no para usted, comienza la cuenta atrás", ha concluido Freixanet.
Una intervención sorprendente ha sido la de Junts, en la que su portavoz, Violant Cervera, ha pasado la cartilla al gobierno tras dos años apoyando la mayoría de sus iniciativas. Ha empezado su discurso remarcando que "Junts no es socio de gobierno, queremos hacer una oposición útil, aunque también nos hemos equivocado dando apoyo al nuevo contrato del Aula de Teatre, que pensábamos que estaba más trabajado y no ha estado así". También ha criticado que "la presión fiscal es insoportable y Lleida no es una ciudad accesible, mientras que Torre Salses parece que será una realidad y el plan de la estación no avanza". También le ha recordado que las líneas eléctricas son una amenaza para l'Horta y que la demora del polígono de Torreblanca hace que muchas empresas de Lleida duden en trasladarse. "Ha hecho un discurso triunfalista de su gestión, pero lo ha podido hacer gracias al apoyo de Junts, que no es infinito, ha hablado mucho de proyectos de futuro y poco del día a día y, ahora, los leridanos no nos sentimos orgullosos de nuestra ciudad", ha sentenciado Cervera, que ha acabado recordándole que "daremos apoyo a los proyectos de ciudad, pero no somos un cheque en blanco, y por mucho que venga con un POUM triunfalista, le recuerdo que no tiene mayoría en este pleno".
La portavoz de Vox, Gloria Rico, ha acusado a los socialistas de "abandonar el sentido común", dejar de lado al comercio local y que, hace cuatro años "Lleida estaba triste, pero ahora está enfadada, harta de pagar impuestos y no tener servicios". También criticó las políticas feministas que ha impulsado el ayuntamiento. Por último, la concejala del Comú, Laura Bergés, ha lamentado que Larrosa no hablara de pobreza y desigualdad, que a su juicio es el gran problema de Lleida junto con la limpieza y seguridad, y las nulas políticas en materia de medioambiente y sanidad. "Estamos entre los réditos de las inauguraciones del pasado y los proyectos de futuro, mientras que a nivel de presente estamos estancados", ha criticado Bergés.
Por parte del gobierno, la teniente de alcalde de Gestión de la Ciudad, Begoña Iglesias, ha replicado que "no podemos sentir más que satisfacción por el trabajo hecho, claro que todavía hay muchos retos por afrontar, pero los encaramos con trabajo e ilusión". Ha repasado todas las actuaciones de mejora "del día a día" de la ciudad y de los proyectos para trasladar la Fira, el centro de atención a temporeros o la ampliación de suelo industrial. También ha remarcado que "por muchas veces que digan que el plan de la estación está parado no es cierto" y ha acabado su intervención destacando que "Lleida ha recuperado la autoestima, la ambición y las ganas de ser referentes". El pleno lo concluyó Larrosa, que ha recordado que proyectos del anterior gobierno como el Museu Morera o la nueva estación de buses "estaban parados y los desatascamos pese a no ser mi modelo". También ha arremetido contra ERC al acusar a Freixanet "de hablar desde el amargor, el rencor y la venganza" y les instó a "seguir así", ya que sacó un cartel con unas estimaciones de voto que daban a los republicanos entre dos y tres concejales (ahora tienen cinco). Larrosa ha zanjado su intervención instando a todos los grupos a luchar contra los discursos de odio. "Somos y seremos una ciudad acogedora y con cada palabra que divide y criminaliza a colectivos se está jugando con fuego y odio y todos deberíamos luchar contra estos discursos por responsabilidad", ha concluido el alcalde.