RELIGIÓN
1.200 feligreses, curas de toda Catalunya y el obispo de Kazajistán
El acto multitudinario contó con la presencia de autoridades locales y nacionales. La parroquia de Corbera de Llobregat organizó dos autobuses hasta Lleida

La procesión de los oficiantes partió del Palacio Episcopal de Lleida. Después de una reunión a puerta cerrada, el obispo electo, acompañado por Salvador Giménez, se desplazó a pie desde la sede del obispado hasta la Catedral. - PAU PASCUAL PRAT
La Catedral se llenó ayer de vida, alegría y fe, y de muchos leridanos que querían conocer al que sería su nuevo obispo. En total, el templo registró la asistencia de unas 1.200 personas y destacó la presencia del president del Parlament de Catalunya, Josep Rull, quien acudió acompañado de Ramon Espadaler, conseller de Justicia. El president de la Generalitat, Salvador Illa, figuraba en la lista de invitados, pero el viernes tuvo que cancelar la cita por motivos de agenda.
Asimismo, estaba previsto que Lleida recibiera a dos autocares provenientes de Corbera de Llobregat, pues la parroquia de este municipio barcelonés fue la última donde ejerció Daniel Palau como rector antes de su nombramiento. También acudieron miembros y feligreses de las parroquias de Vimbodí, Vilanova i la Geltrú y Sant Andreu del Palomar. El nuevo obispo no se olvidó de mencionar estas congregaciones en su discurso, una por una, entre los vítores del público. Pero, sin duda, el invitado que se había desplazado hasta la capital leridana desde más lejos fue José Luis Mumbiela Sierra, originario de Monzón y actual obispo de Kazajistán.
Entre el resto de autoridades presentes en la ordenación, estaban Jose Crespín, subdelegado del Gobierno central en Lleida; Núria Gil, delegada del Govern de la Generalitat en Lleida; Fèlix Larrosa, alcalde de la ciudad, y otros representantes de la corporación municipal y la Diputación.
Un obispo políglota
Palau pronunció un discurso en cinco idiomas: catalán, castellano, inglés, italiano y guaraní. Este último, en agradecimiento a las personas de Latinoamérica que ha conocido a lo largo de los años. “Cuánto me hubiera gustado aprender la lengua guaraní”, afirmó el prelado. Paralelamente, se presentó su escudo episcopal, que expresa su identidad y compromiso pastoral. El del obispo Daniel se estructura en dos partes: en la superior, el escudo se divide en dos mitades que contienen una llama y la bandera de Lleida. En la parte inferior, sobre fondo azul, se representan las montañas de Montserrat, que expresan la experiencia pastoral en otras comunidades. Coronando el escudo, figuran la cruz de Cristo y el tradicional sombrero episcopal.
La simbología que se esconde tras el atuendo del nuevo prelado
Durante el encuentro del viernes con los medios de comunicación, el entonces todavía obispo electo reveló que el anillo y el pectoral que luciría durante su ordenación es un regalo de la parroquia de Corbera de Llobregat, donde ejerció como rector desde 2013 hasta su nombramiento. Por su parte, la congregación extremeña de las Hijas de la Virgen de los Dolores le obsequió con el báculo, diseñado por un joyero de Barcelona y elaborado con plata. “Recuerda a un cepa de vid, porque comencé a trabajar en el tros de mi abuelo en Vimbodí”, reveló Palau.