SANIDAD
Enfermeras que llegaron a Lleida por estudios han decidido quedarse aquí por la calidad de vida
“La ciudad quizás no es muy conocida a nivel estatal pero es un lugar fantástico donde aprender y quedarse”

Un lugar para quedarse - ICS LLEIDA
Lleida es un destino al que cuesta ir y del cuesta marcharse y muchas personas que llegaron por casualidad han acabado echando raíces en Ponent. Este es el caso de Patricia, Almudena, Amor y Rebeca, enfermeras que llegaron al Arnau de Vilanova y al Santa María para completar su formación y que, tras acabarla, han decidido quedarse aquí.
Una decisión que, como todo en la vida, no es definitiva, pero que no estaba en sus planes iniciales y celebran haberla tomado. “No tenía muchas referencias de Lleida y vine a la aventura porque quería cumplir mi sueño y descubrí que es una ciudad muy cómoda para moverse, con buena calidad de vida y mi intención es quedarme aquí bastante tiempo”, explica Patricia Chromicz, una madrileña de 26 años que este año ha formado parte de la primera promoción de Enfermeras Internas Residentes (EIR) en la especialidad de Pediatría. “Cuando elegí destino, Lleida fue mi primera opción y su ubicación geográfica es genial, los compañeros son muy acogedores y, aunque admito que al principio tenía algo de miedo con el catalán, al final no me ha supuesto ningún problema”.
Un caso muy similar es el de Almudena Montenegro, natural del municipio oscense de Ballobar. “Vivo en Mequinensa y escogí Lleida por cercanía y me he llevado una sorpresa para bien en todos los aspectos, estoy feliz en esta ciudad, tengo unos muy buenos compañeros y el ambiente en la ciudad es genial y el trato con el paciente es fantástico”, explica la enfermera, que este año ha formado parte de la segunda promoción del EIR de Geriatría. “Ya que me he formado aquí me quiero quedar fija y ser una leridana más”, añade la enfermera.
Los casos de Patricia y Almudena no son los únicos, ya que otras enfermeras que vinieron “de paso” a Lleida eligieron quedarse de forma fija y, a la vez, ayudar a las residentes. Es el caso de Amor Lozano y Deborah Font, que llegaron a Lleida por el EIR, se han quedado y ahora son tutoras de las especialidades de Salud Mental y de Comadrona, respectivamente.
“Soy de Murcia y vine a Lleida en 2018 por la formación y mi intención era irme al acabarla, pero me enamoré, encontré muchas facilidades laborales para quedarme”, explica Lozano, que añade que su función como tutora del EIR “es organizar turnos, formar a los internos y ser una especie de guía o sherpa para ellos, porque también vivimos su situación y sabemos lo que se siente”.
Por su parte, Font es de Mollerusa, se formó aquí hace años, se quedó como enfermera y desde hace apenas un mes ejerce tutora y explica que “nuestra labor es guiar a los residentes y ayudarles, aquí se da una formación muy completa, llevo 10 años y estoy contenta”.
“Soy de un pueblo de Burgos y vine a Lleida en 2012 para hacer la formación, tuve la oportunidad de volver a mi tierra, pero decidí quedarme y conseguí plaza fija”, explica Rebeca Ramírez, presidenta de la subcomisión de enfermería familiar y comunitaria y que antes fue tutora del EIR. “Lleida no es muy conocida a nivel estatal pero es un sitio fantástico donde quedarse y aprender, además, el catalán no es una excusa, yo soy nefasta con los idiomas y no he tenido problema”, concluye.
Mayoría foránea entre los MIR de este año con solo veinte de Lleida
Solo una veintena de los ochenta nuevos residentes que hace un mes empezaron su formación sanitaria especializada (FSE) de los MIR en Lleida son leridanos. La mayoría vienen de otros municipios catalanes y diferentes puntos del Estado, sobre todo de Aragón y Valencia, pero también de Madrid, Sevilla o Canarias. Asimismo, una decena de los nuevos MIR son extracomunitarios de Ecuador, Venezuela, Colombia o México. Cabe destacar que este año el ministerio de Sanidad ofertó 89 plazas FSE en Lleida, una cifra récord, y en primera instancia se llenaron todas, pero hubo tres renuncias, en Oncología Médica y Enfermería Geriátrica y de Salud Mental.