El bisturí y los retoques ganan terreno en Lleida con 1.000 operaciones al año
La demanda de intervenciones estéticas crece y las redes sociales influyen en ello. Las plazas se agotan habitualmente en los primeros mil puestos

Imagen de una intervención quirúrgica en la cara de una paciente. - OLGA GURYANOVA
La cirugía plástica, estética y reparadora está ganando espacio en Lleida con cerca de un millar de intervenciones al año. Está aumentando la demanda de procedimientos tanto quirúrgicos como no invasivos, con la clara influencia de las redes sociales, mientras que los profesionales alertan del crecimiento del intrusismo médico.
La cirugía estética se ha consolidado con fuerza en Lleida durante los últimos años. Lo que antes era un servicio exclusivo, reservado a unos pocos, se ha convertido progresivamente en una opción más dentro del abanico de los cuidados personales. Según estimaciones basadas en una encuesta de la Societat Catalana de Cirurgia Plàstica Reparadora i Estètica (SCCPRE) para SEGRE, se calcula que actualmente hay alrededor de 1.000 intervenciones quirúrgicas de cirugía estética al año en Lleida.
Este dato es fruto de un cambio paulatino en la mentalidad social, el desarrollo tecnológico y el contexto económico. La tendencia también está marcada por la aparición de un nuevo perfil de paciente: más informado, más exigente y con expectativas más realistas. Las razones que explican este fenómeno son múltiples, pero destacan tres por encima del resto. En primer lugar, la influencia de las redes sociales, que según el 67,7% de los profesionales encuestados, es el principal factor que ha disparado la demanda. En segundo lugar, la mayor aceptación social de estos procedimientos ha allanado el camino: un 51,6% de los especialistas reconoce que la normalización del tema ha influido de forma clara en el aumento de pacientes. También se señalan otros factores como el efecto postpandemia (29%), que puso el foco en la imagen personal, especialmente durante las videollamadas, y una estabilidad económica (22,6%) que permite a más personas acceder a estos tratamientos.
En paralelo al crecimiento de las operaciones quirúrgicas, los centros de estética de Lleida han registrado un aumento notable de los procedimientos no quirúrgicos, también conocidos como retoques o medicina estética sin bisturí. Se trata de tratamientos como el ácido hialurónico, la toxina botulínica (bótox), los hilos tensores, los peelings médicos, el plasma rico en plaquetas o el rejuvenecimiento facial con láser. Estas intervenciones no requieren quirófano ni anestesia general, presentan un riesgo bajo y su recuperación es casi inmediata.
Respecto a las intervenciones quirúrgicas más frecuentes, los datos recogidos en la encuesta de la SCCPRE para SEGRE muestran que la operación más demandada sigue siendo el aumento mamario (45,5%). Este procedimiento se mantiene como uno de los más solicitados por mujeres de entre 20 y 45 años, motivadas tanto por razones estéticas como por reconstrucción tras pérdidas de volumen o embarazos. Sin embargo, hay otras técnicas que están ganando peso. La blefaroplastia (cirugía de los párpados) alcanza un 31,8%, reflejo del creciente interés por el aspecto facial, especialmente en pacientes mayores de 40 años. En la misma proporción aparece la reducción o recambio de implantes mamarios, lo que apunta a una búsqueda de resultados más naturales o a la corrección de cirugías anteriores.
También destaca el incremento de operaciones relacionadas con el lipedema (acumlación de grasa patológica en brazos y piernas). Un 13,6% de los profesionales menciona este tipo de intervención entre las más comunes. Aunque menos frecuentes, también están la rinoplastia, la abdominoplastia, la liposucción localizada y la otoplastia (cirugía de orejas).
El volumen de intervenciones ha cambiado de forma significativa. En 2019, la mayoría de las clínicas de Lleida realizaba menos de 50 al año. Actualmente, ese grupo representa solo el 27%. En cambio, las que llevan a cabo entre 100 y 200 intervenciones anuales se han convertido en mayoría, con un 39,4%. Esta evolución confirma que la cirugía estética se ha profesionalizado y estabilizado dentro del sector sanitario privado local.
Uno de los aspectos que más preocupa a los profesionales es el intrusismo. Según la SCCPRE, en Catalunya el 50% de las cirugías estéticas no las hacen especialistas titulados, lo que ha provocado un aumento de complicaciones postoperatorias y de cirugías de corrección. Entre el 80 y el 90% de los cirujanos han tenido que intervenir para corregir operaciones mal ejecutadas por médicos sin formación. Además, un 93% de los profesionales perciben que el intrusismo sigue aumentando. La SCCPRE reclama más regulación, un registro de profesionales y más información para los pacientes, especialmente en ciudades como Lleida, donde es fácil que clínicas no homologadas pasen desapercibidas.
En el MIR de este año, Cirugía Plástica, Estética y Reparadora volvió a situarse entre las especialidades más codiciadas por los futuros médicos. En Catalunya se adjudicaron 8 plazas de Cirugía Plástica, una de ellas en el hospital Arnau de Vilanova de Lleida, y todas se asignaron con números de orden muy altos, en torno al 600 o 800, lo que confirma la alta demanda y competitividad de esta especialidad. Este fenómeno no es exclusivo. Dermatología, tradicionalmente una de las más solicitadas por su estabilidad laboral y carga asistencial moderada, agotó sus plazas incluso antes, en torno al número 400, especialmente en hospitales de referencia como el Clínic o Vall d’Hebron. Por su parte, Cardiología, aunque también está valorada, presenta una distribución más amplia. En Catalunya se ofertaron más de una docena de plazas, muchas cubiertas entre los puestos 900 y 1.400, reflejo de su exigencia pero también de su prestigio.
La presencia de la plaza de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora en Lleida permite a la provincia mantener un papel activo en la formación de especialistas cualificados, a pesar de contar con una oferta muy limitada en comparación con grandes hospitales de Barcelona. También existen opciones de formación en el ámbito privado. Sin embargo, estas no habilitan como especialistas reconocidos oficialmente en el sistema público de salud. Son másteres, cursos o especializaciones privadas orientadas sobre todo a técnicas estéticas como rellenos o láser, pero que no sustituyen la residencia oficial ni otorgan el título de especialista. Por eso, quienes aspiran a ejercer con plenas competencias quirúrgicas siguen necesitando superar el MIR y completar su residencia en hospitales acreditados.
Entre las provincias con menos demanda de España
A pesar de que existe un notable auge de las intervenciones en Lleida, la provincia se mantiene entre las que menos demanda tienen a nivel estatal, aunque no existen cifras exactas. Según los datos con los que cuenta la Sociedad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) se estima que Lleida ocuparía el puesto 36 o 37 entre las provincias con un mayor número de intervenciones. Madrid, Barcelona y Valencia estarían a la cabeza, mientras que Ávila, Soria, Palencia, Zamora, Segovia, Soria y Lugo ocuparían los últimos puestos junto a Melilla y Ceuta.
Las diez primeras provincias, que son lógicamente las más pobladas, concentran una mayor demanda de este tipo de intervenciones estéticas (más del 40 % del total nacional).
Estados Unidos y Brasil están a la cabeza en intervenciones
Según la International Society of Aesthetic Plastic Surgery (ISAPS), EEUU y Brasil lideran la lista de países con más cirugías estéticas, superando ambos el millón de intervenciones anuales (alrededor de 1,5 millones en EEUU y 1,3 en Brasil). Les sigue México, que ronda las 600.000 anuales, consolidándose como referente en América. En Europa, Alemania destaca con 400.000 cirugías estéticas, e Italia y Rusia superan las 300.000. Turquía, conocida por su turismo médico, registra cerca de 280.000 anuales, especialmente rinoplastias y trasplantes capilares.