RELIGIÓN
El ayuntamiento de Lleida adjudicará a los musulmanes una finca en un polígono para la mezquita
Tras quedar desierto el concurso en abril, inicia ahora el expediente para hacerlo de forma directa

La finca municipal del Camí dels Frares destinada a un centro de culto. - SEGRE
La Paeria prevé ahora adjudicar directamente el solar del polígono del Camí dels Frares a la Comunidad Islámica de Cooperación y Unión de Lleida y Comarca del Segrià por un plazo de 50 años, después de que el concurso para destinar esta finca a un centro de culto quedara desierto el pasado mes de abril, al no presentarse ni esta entidad, que lleva 13 años sin mezquita, ni ninguna otra comunidad religiosa. Los musulmanes consideraron entonces que el canon era demasiado elevado, pese a que el ayuntamiento lo rebajó de 61.156 euros anuales a 40.054, y también querían ampliar la concesión a 75 años. Ahora, el expediente de licitación de la concesión administrativa de esta parcela para adjudicarla a la comunidad musulmana estará en información pública durante veinte días hábiles, periodo durante el cual se pueden formular alegaciones.
Una portavoz municipal recordó que cuando un concurso queda desierto se abre un plazo para evaluar necesidades y negociar. Detalló que el 11 de junio esta comunidad islámica registró una petición de adjudicación directa de esta finca municipal, calificada de sistema de equipamiento comunitario para destinarla a actividades de centro de culto. Añadió que, a raíz de esta petición, se ha iniciado el trámite de información pública y ha solicitado los informes correspondientes. Asimismo, indicó que el gobierno municipal ha establecido un calendario de reuniones con la Asamblea de las Religiones y agentes sociales y cívicos, de las que se dará cuenta en la comisión de este mes.
El edil de Participación, Roberto Pino, explicó el pasado agosto que estaban negociando con la comunidad que reza en uno de los cobertizos de la Fira de Lleida desde que en 2023 tuvo que dejar el Palau de Vidre. Afirmó que “nos parece indigno que una comunidad entera rece en la calle. La situación se arrastra desde hace demasiados años y había que encontrar una solución que garantizara los derechos religiosos de todas las personas y comunidades” y añadió que “la consolidación de un espacio de culto responde a una necesidad legítima y reafirma el compromiso de Lleida con la igualdad, la integración, la inclusión y la convivencia”.
Por otra parte, la comunidad musulmana adquirió un local de la avenida Alacant, en Cappont, que está reformando para convertirlo en un oratorio.