INVESTIGACIÓN
Un 41% de adolescentes se gastan dinero en juegos y apuestas y un 3% rozan la adicción
Empiezan a los 14 años, sobre todo chicos con un nivel socioeconómico bajo, según un estudio de la UdL. Los investigadores destacan que en Lleida hay casas de juego a menos de 100 metros de institutos

Los resultados del estudio se expusieron ayer en una jornada en la UdL. - MARC CARBONELL
Cuatro de cada diez adolescentes catalanes reconocen haberse gastado dinero en juegos o apuestas en algún momento y un 3% presenta señales primerizas de problemas de adicción, como dificultades para controlar la conducta, uso del juego como regulador emocional, intentos fallidos de dejarlo o la tendencia a seguir apostando para recuperar pérdidas. Así lo indican los resultados preliminares de una investigación de la Universitat de Lleida (UdL) basada en una encuesta a 2.349 alumnos de entre 14 y 18 años de once institutos de Catalunya. El profesor que la lidera, José Tomás Mateos García, explicó ayer en una jornada que el juego con dinero “se inicia a los 14 años, con un perfil mayoritario claro de chicos que viven en barrios con un nivel socioeconómico más bajo”, así como que las apuestas deportivas y casinos online son los tipos que generan más adicción.
“Los juegos de apuestas han aumentado de una forma exponencial en los últimos años y destaca el incremento brutal del juego online, cuya accesibilidad a todas las horas del día y en cualquier lugar hace que las personas estén jugando de una forma completamente desproporcionada, con graves consecuencias en la salud”, destacó la catedrática Yolanda López del Hoyo, coordinadora del grupo Juego como problema de salud pública de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria.
Los investigadores destacan que las consecuencias del juego, entendidas como un problema de salud pública, incluyen daños económicos, laborales (como pérdida de empleo y abandono académico), problemas de salud mental (como ansiedad, depresión y alto riesgo de suicidio) y también físicos, ya que “las personas que sufren un trastorno de juego tienen más problemas cardíacos”, explicó López. También se observa una relación proporcional con el consumo de drogas. Además, “se ha demostrado que hasta seis personas cercanas a las personas que juegan también sufren los efectos”, añadió.
Otro de los mayores riesgos de adicción son las cajas botín o loot boxes, artículos virtuales de todo tipo de videojuegos que se pueden pagar con dinero real o virtual para recibir una selección aleatoria de artículos del juego. También preocupa el papel de los tipsters o influencers que “hacen que el azar se deje de percibir como azar, presentan las apuestas como una habilidad que se puede aprender”, explicó el investigador de la UdL Filip Bellon.
Los investigadores subrayan la necesidad de reforzar las políticas de prevención del juego patológico y aseguran que en Lleida ciudad hay casas de apuestas y juegos de azar que están a menos de 100 metros de institutos.