Los agentes agredidos en Alsasua dicen que vivieron un “calvario” de golpes

Los dos agentes de la Guardia Civil que fueron agredidos, junto con sus parejas, en un bar de la localidad navarra de Alsasua el 15 de octubre de 2016 aseguraron ayer que temieron por su vida. En el marco del juicio contra los 7 jóvenes procesados por estos hechos que empezó ayer en la Audiencia Nacional, el teniente de la Benemérita que resultó herido durante la agresión declaró haber sufrido un “calvario terrible” de “golpes y patadas por todos los lados”, especialmente en la cabeza, en las piernas y en la espalda. También aseveró que “nadie se acercó” a ayudarle mientras que “los golpes no paraban”. Igualmente, defendió que ni él ni el otro agente, sargento del cuerpo armado, hicieron nada que provocara la trifulca, señalando a cuatro de los acusados como autores materiales del ataque. Los tres restantes estaban en el bar Koxka, en el que se produjeron los hechos, pero no habrían participado en los mismos, según el testimonio del teniente. Por su parte, el sargento confesó haber sentido una “sensación de odio y de rencor por pertenecer a la Guardia Civil que no había notado nunca”. El agente, que llevaba tan solo 20 días en Alsasua, explicó que les golpearon hasta derribarles al suelo y que después les insultaron. Asimismo, señaló que la agresión fue “premeditada”.

A este respecto, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, calificó el relato de “estremecedor” e indicó que “un ataque así es intolerable”. En la misma línea, la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, tildó la sesión como la jornada “de la verdad” en el juicio. Precisamente Covite organizó ayer mismo una concentración en Pamplona para mostrar su apoyo a las víctimas de esta agresión y como “desagravio” por la marcha de signo contrario del sábado.