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Los nuevos consellers prometen trabajar con la misma dignidad que sus antecesores

Aragonés denuncia que la visita en Estremera no se ha producido en las condiciones acordadas con el Ministerio del Interior

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Los consellers del nuevo Govern de Quim Torra que hoy han visitado a sus antecesores presos en el centro penitenciario madrileño de Estremera se han comprometido a trabajar con la misma dignidad con la que ellos afrontan estar encarcelados "injustamente".

Los consellers Pere Aragonés, Ernest Maragall y Ester Capella han visitado este martes a sus antecesores Oriol Junqueras y Raül Romeva, y han "visto en la distancia" a los también presos Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn.

Estos últimos no han podido recibir a sus sucesores, porque el Ministerio del Interior no ha autorizado "por motivos burocráticos" su presencia hoy en Estremera.

Con estas visitas, los nuevos miembros del Gobierno catalán pretendían hacer un traspaso simbólico de carteras, como ayer anunció el presidente de la Generalitat tras visitar a los encarcelados.

Finalmente han sido el vicepresidente y conseller de Economía y Hacienda, Pere Aragonés; el conseller de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia, Ernest Maragall; y la consellera de Justicia, Ester Capella, quienes han estado con sus antecesores.

Los tres han llegado a las once menos cuarto de la mañana en sendas furgonetas negras a la prisión de Estremera, en cuyo interior han permanecido unas dos horas.

Al salir, ha sido el vicepresidente de la Generalitat quien se ha dirigido a los medios de comunicación para hacer una declaración sin preguntas. Aragonés ha denunciado que la visita no se ha producido en las condiciones acordadas con el Ministerio del Interior ni en tiempo ni en forma.

Según ha explicado, no han tenido tiempo suficiente para analizar las acciones de sus respectivos departamentos en el encuentro con los exconsellers que, además, no se ha celebrado en una sala abierta, como en las visitas previas del presidente de la Generalitat, sino con una mampara de por medio. No obstante, ha puntualizado que han podido profundizar en algunos aspectos de la planificación que se quiere hacer desde las distintos consellerías.

Aragonés ha destacado la "gran dignidad política", "personal" y "humana" de Junqueras y Romeva, quienes, ha dicho, "no merecen ser tratados como están siendo tratados" como tampoco los demás dirigentes soberanistas encarcelados. Ha insistido en que son "presos políticos" en situación preventiva y que los delitos que se les atribuyen son cuestionados por otras jurisdicciones europeas y por expertos en derecho penal de universidades españolas. Pero ha asegurado que los encarcelados se encuentran "fuertes" y que esa fortalezca se sustenta en el convencimiento de que han actuado correctamente, de acuerdo con sus convicciones y sin haber cometido delito alguno.

"Pese a esta situación de prisión política, tenemos unos grandes políticos que están hoy encerrados injustamente, pero que precisamente esta situación incrementa su dignidad personal, política y humana", ha destacado Aragonés. Y ha concluido que los nuevos consellers trabajarán para "ser dignos de esta dignidad" que muestran sus antecesores.

Reunión en Bélgica

Por su parte, las conselleras de Salud, Alba Vergés; de Cultura, Laura Borràs; y de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Teresa Jordà, se han reunido este mediodía con los consellers en Bruselas, Antoni Comín, Lluís Puig y Meritxell Serret, para hacer los traspasos de cartera.

La consellera Vergés ha subrayado que si el acto de hoy se hacía Bélgica, "en el exilio", era fruto de la represión del Estado español y ha alertado que nunca se podrán “anular” las voces del conseller Comín, desde el Consejo de la República, ni del resto de "exiliados" y encarcelados, ni las de la conselleria de Salud, con ella al frente, ni de todo el Gobierno catalán.

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