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El Gobierno se conjura para sacar adelante la investidura de Pedro Sánchez en julio
Celaá sostiene que “ningún buen alumno lleva las notas a septiembre” || La portavoz se muestra convencida de que las filas de Unidas Podemos apuestan por la cooperación con los socialistas
ERC se reunió ayer con EH Bildu en la sede de los republicanos en Barcelona.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, trabajará “en profundidad” para lograr sacar adelante su investidura este mes de julio porque a “ningún buen alumno lleva las notas a septiembre”. Así lo aseguró ayer la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, en una comparecencia después del Consejo de Ministros y defiende que será así porque el Ejecutivo quiere evitar la celebración de unos nuevos comicios.
Celaá no dio pistas sobre la fecha que el candidato elegirá para celebrar el debate de investidura y precisó que invertir esfuerzos en sacar la votación adelante no tiene por qué ser una cuestión de alargar el tiempo en el calendario. La fecha definitiva para el debate se fijará el martes 2 de julio tras una reunión entre el presidente en funciones y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. Dado que la reunión entre ambos ha sido programada la primera semana de julio es probable que la fecha elegida para el debate de investidura se programe para la segunda o la cuarta semana de julio, para en caso de unas nuevas elecciones no coincidir con la festividad de Todos los Santos.
Si el jueves la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, parecía amenazar con ir directamente a unas segundas elecciones si la investidura no salía en una primera votación, la portavoz matizó ayer esa posición, aclarando que el Gobierno no tiene intención de ir a una repetición electoral, incluso cuando tiene sondeos sobre intención de voto que le son favorables. Hacerlo, explicó, supondría lanzar el mensaje a la ciudadanía de que “su voto se ha tirado a la basura”. Por ello, invitó a Unidas Podemos a reflexionar sobre la propuesta lanzada por Sánchez de formar un gobierno de cooperación en el que plantea que los miembros de la formación morada ocupen cargos en la Administración de Gobierno, pero dejándolos fuera del Consejo de Ministros. “La Administración hace mucho por llevar los contenidos adelante”, argumentó Celáa, reivindicando que “las filas tanto del PSOE como de Unidas Podemos son coincidentes en los objetivos y saben que esa cooperación puede y debe llevar a buen puerto”.
