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?PROCÉS? TRIBUNALES

El fiscal aprueba que Cuixart vaya al nacimiento de su hijo

Respalda la concesión de un permiso al líder de Òmnium || El juez Pablo Llarena veranea de incógnito en la Costa Brava

Cuixart, junto a Sànchez, repartiendo papeletas del 1-O, en 2017.

Cuixart, junto a Sànchez, repartiendo papeletas del 1-O, en 2017.ACN

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La Fiscalía del Tribunal Supremo se pronunció ayer a favor de que el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, pueda salir de la cárcel de Lledoners, en el Bages, para asistir al nacimiento de su cuarto hijo, que está programado en fechas próximas al 22 de septiembre. Y es que la defensa de Cuixart había presentado una petición ante el alto tribunal para que el líder soberanista tuviera la posibilidad de acompañar a su pareja, la leridana Txell Bonet, durante el parto y las seis horas siguientes, además de seis horas diarias mientras Bonet estuviera ingresada. Los magistrados de la Sala de Vacaciones del Supremo dieron traslado al Ministerio Público para que se posicionara. A la postre, el fiscal Javier Zaragoza lo vio con buenos ojos, aunque solicitó la adopción de las medidas de seguridad oportunas porque “no debe olvidarse que varios procesados están en situación de rebeldía y que todos ellos cuentan con el soporte de una infraestructura bastante para conseguir la sustracción a la acción de la justicia”. Entretanto, como ya se acordó, el conseller cesado de Territorio, Josep Rull, saldrá de prisión el martes que viene porque operan a su hijo.

En otro orden de cosas, el magistrado del Supremo Pablo Llarena, que dirigió la investigación contra la cúpula del procés por el referéndum del 1-O y confirmó la prisión provisional y mandó a la cárcel a miembros del Govern de Carles Puigdemont, a Cuixart y también al entonces presidente de la ANC Jordi Sànchez y a la que fuera presidenta del Parlament Carme Forcadell, pasó unos días de vacaciones en una urbanización de la Costa Brava. Tal y como avanzó ayer El Confidencial, estuvo diez días y cuatro guardaespaldas se encargaron de su protección. El magistrado acudía a la playa al atardecer para evitar la presencia de una gran cantidad de bañistas, y salió a cenar en contadas ocasiones, según fuentes jurídicas, que sostuvieron que no se produjeron incidentes relevantes por la presencia de Llarena, aunque sí que hubo “miradas y comentarios”.

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