“Quiero saber toda la verdad para que la muerte de Xavi sirva para algo”

Mañana se cumplen dos años del atentado yihadista que costó la vida a 15 personas en las Rambles de Barcelona y a otra en un posterior ataque en Cambrils. La víctima de menor edad fue Xavi, de 3 años, cuyo padre exige investigar para saber por qué ningún servicio de inteligencia ni fuerza policial fue capaz de evitar el atentado.

“Quiero saber la verdad, porque fallaron muchas cosas y quiero que las arreglen, porque hace dos años que murió Xavi y más gente y no han hecho nada. Quiero que cambien alguna cosa para que su muerte sirva para algo”. Es lo que dice a este diario Javier Martínez, padre de Xavi, el niño de 3 años que fue una de las víctimas mortales del atentado terrorista perpetrado por un grupo yihadista el 17 de agosto de 2017 en las Rambles de Barcelona.

Martínez, que está vinculado a Llimiana (Pallars Jussà), donde tiene una segunda residencia, avala las informaciones del diario Público que afirman que Abdelkadi Es Satty, imán de Ripoll y presunto cerebro del ataque, fue confidente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) hasta ese mismo día. “Es una información que yo ya tenía y que tenía prevista para el juicio, pero este aún no tiene fecha”, destaca. “Pienso que hay que investigarlo, porque si es verdad y el Gobierno tenía controlada a esta gente, algo falló”, indica, y opina que “se ha investigado muy poco porque no interesaba, porque si hubo un fallo del Gobierno queda muy mal por Catalunya, y además tendría que indemnizar a las víctimas y los servicios secretos saldrían perdiendo”. Reitera que “falta interés por investigar” y detalla que “he hablado con el ministro Marlaska y con el juez Fernando Andreu” (el primer instructor de la investigación judicial). “Si me hubieran dicho que no querían que se supiera algo porque es un secreto de estado, quizás no hubiera seguido pidiendo nada, pero no me han dicho nada, y quien calla otorga”, sentencia.

“Cuando te pasa algo así nadie te ayuda a coger otra vez el ritmo de vida, quedas fuera de juego”

También se posiciona en favor de las informaciones que sostienen que el CNI escuchó las conversaciones telefónicas entre miembros de la célula solo cinco días antes del 17-A, frente a las que señalan que son conversaciones que han sido reconstruidas por los Mossos en su investigación posterior a los atentados gracias a los móviles que usaron los terroristas y a partir de otros datos. “Lo que tiene Público es del CNI, no de los Mossos, es de antes de la investigación de estos”, subraya. Asegura que conoce a periodistas que han sido amenazados para que no investiguen sobre este asunto y que él mismo también ha recibido amenazas. “Llevo dos años hablando con gente, investigando y he recibido llamadas telefónicas anónimas diciendo que pare, que lo deje, que aún me queda familia”. Insiste en que “investigar es muy importante, no para darle la culpa al CNI o a alguien, sino para intentar que no vuelva a pasar”, y considera que si los terroristas hubieran ejecutado los ataques que planeaban, en lugar de tener que actuar de improviso tras la explosión en la casa que les servía de base en Alcanar hubieran creado un caos que habría servido para justificar la aplicación de un estado policial. Al respecto, apunta que cree que servicios secretos de otros países conocían la existencia de esta célula yihadista, y que los de Israel (el Mosad) habrían actuado para pararlo y por eso estalló la casa. “Esto me ha llegado por un exagente del Mosad, pero no puedo decir si es verdad o mentira”, precisa.