Juan Carlos se marcha de España

Juan Carlos I abandonará el Palacio de la Zarzuela y fijará su residencia fuera del Estado español. Así lo comunicó ayer por carta el rey emérito a Felipe VI ante las crecientes sospechas sobre sus negocios y la apertura de una investigación por parte de la Fiscalía del Tribunal Supremo sobre ellos. En la misiva, publicada por la propia Casa Real, el padre del actual jefe de Estado le manifestó a su hijo que “guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles” ha decidido de manera “meditada” trasladarse fuera de España “en estos momentos”. “Una decisión que tomo con profundo sentimiento, pero con gran serenidad”, añadió el que sucediera al dictador Francisco Franco al frente del Estado y se mantuviera 39 años en el cargo. Asimismo, admitió que su salida de España pretende “contribuir a facilitar el ejercicio de las funciones” de Felipe VI “ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada”. Además, en la carta, Juan Carlos I recordó que hace un año que ya no desarrolla actividades institucionales. Por el contrario, en ningún momento hizo alusión directa a las pesquisas sobre sus negocios. Y es que unas supuestas donaciones de Arabia Saudí no declaradas a Hacienda por la adjudicación del AVE a La Meca a empresas españolas han desencadenado una investigación que arrancó en los tribunales de Suiza y que ahora está examinando el Ministerio Público.

Tras el anuncio, Javier Sánchez-Junco, abogado del monarca emérito, subrayó que el padre de Felipe VI se mantendrá a disposición de la Fiscalía del Supremo a pesar de residir en el extranjero. “Su Majestad el Rey Don Juan Carlos me ha dado instrucciones para que haga público que, no obstante su decisión de trasladarse, en estos momentos, fuera de España, permanece en todo caso a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que considere oportuna”, explicó el letrado.

Felipe VI responde a la carta de su padre con “sentido respeto y agradecimiento”

El último escándalo del rey emérito estalló con la supuesta transferencia de 65 millones a Corinna

Así las cosas, Felipe VI trasladó a su progenitor su “sentido respeto y agradecimiento” por la decisión.

La abdicación de Juan Carlos I en junio de 2014 supuso un punto de inflexión que ha desembocado primero en su retirada de la vida pública y, ahora, en su marcha de España ante el descrédito causado por sus presuntos negocios ocultos. El último gran acto de reconocimiento al penúltimo jefe de Estado que ha tenido España se produjo en el Congreso de los Diputados con motivo del cuarenta aniversario de la Constitución, en diciembre de hace dos años. Un año antes, sin embargo, no había sido invitado a la conmemoración de las cuatro décadas de elecciones democráticas. “Una democracia que impulsó mi padre de forma tan decisiva y determinante”, manifestó ante la Cámara baja Felipe VI con motivo de la efeméride constitucional. Unas palabras que fueron secundadas por un largo aplauso de los parlamentarios y de los miembros del Gobierno central, que ya estaba presidido por Pedro Sánchez.

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La marcha de Juan Carlos I al extranjero pondrá el punto y final a más de medio siglo de vida en el Palacio de La Zarzuela. El nieto de Alfonso XIII y su esposa, Sofía de Grecia, se instalaron al poner el punto y final a su luna de miel en febrero de 1963 en este pabellón de caza construido en el siglo XVII a instancias de Felipe IV, el penúltimo de los Austrias.Las instalaciones, que quedaron seriamente dañadas durante la Guerra civil, fueron recuperadas a instancias de la dictadura, y en ellas se alojaron los que después ostentarían el cargo de príncipes de España. La obra costó unos 40 millones de pesetas.

Pese a la salida de Juan Carlos I de España, Sofía no seguirá sus pasos y mantendrá su residencia en La Zarzuela. La madre de Felipe VI, que se encuentra de vacaciones en el Palacio de Marivent de Palma de Mallorca, ha quedado al margen de las controversias de su esposo al no tener relación con los supuestos negocios irregulares en los que pudo participar el rey emérito. Juan Carlos y Sofía llevan distanciados en el plano sentimental desde hace años, aunque han mantenido la residencia en La Zarzuela al ser miembros de la familia real tras la abdicación.

El último gran escándalo del emérito tiene además asociado el de una mujer, Corinna Larsen, investigada en Suiza por ser la beneficiaria de una transferencia de casi 65 millones de euros realizada desde una fundación, Lucum, a nombre del rey emérito.