JUNTSEL CANDIDATO DE...
Ramon Tremosa: «No podemos esperar 10 años a que la buena voluntad aparezca por Madrid»
No es de Lleida, pero asegura que pondrá el “capital político” adquirido desde su etapa como eurodiputado a disposición de los leridanos. El conseller de Economía y número uno de la lista de Junts se declara “liberal de izquierda” en un partido que, a su parecer, supedita la pluralidad de opiniones a un objetivo común: una negociación con el Estado que permita a Catalunya ejercer el derecho a la autodeterminación.
Ramon Tremosa, el martes en la Rambla Ferran de Lleida. Eligió posar para las fotos con mascarilla.
¿Por qué usted, con raíces familiares en Lleida, y no un leridano para liderar la lista de Junts?
En diez años en el Parlamento Europeo hice muchas cosas por Lleida: la reforma de la PAC de 2014, la planta térmica de El Poal, la MAT del Pallars, salvar el congosto de Mont-rebei… La lista es larga. Ahora hay otra reforma de la PAC. Tengo experiencia, contactos en Bruselas y en Madrid y un capital político a disposición de los leridanos, si quieren aprovecharlo.
Suele hablar de atraer grandes empresas. ¿Es compatible con reivindicar la independencia? El capital tiene fama de cobarde ante la inestabilidad política.
Entre 2015 y 2020, en plena aceleración del procés, cada año se batían récords: PIB, exportación, ferias, inversión industrial, tráfico portuario... Los empresarios necesitan la independencia porque el Estado ha abandonado a Catalunya y a Lleida en particular. Las infraestructuras son de hace 30 años y la red eléctrica, de hace 40.
Hay cierta ambivalencia en su discurso sobre el Ibex-35.
Distingo entre el palco del Bernabeu y el Ibex-35. Hay grandes empresas del Ibex, algunas catalanas, que no viven de la regulación del sector público ni participan de su favor. Contra el Ibex no tengo nada en especial. Con Endesa hemos desencallado temas que afectan a Lleida, y le hemos impuesto multas millonarias si no hacía lo que debía.
Hablo de Junts, contrario a contratar a firmas del Ibex.
No, no… Eso ya lo matizó la candidata y ya está resuelto.
Lo dice el programa electoral de Junts: “eliminar la contratación de empresas del Ibex-35”.
Eso ya se verá, veremos en cada caso qué alternativas hay. Cuando se gobierne, se verá en cada momento lo que se puede hacer.
¿Tiene Junts una política económica real o se supedita al objetivo de la independencia?
Junts apuesta por resolver cuanto antes el conflicto político con el Estado, de manera pacífica y democrática. No podemos esperar diez años a que la buena voluntad aparezca por Madrid, así que supeditamos la pluralidad de opiniones a un objetivo, que es una negociación que lleve al ejercicio del derecho de autodeterminación de Catalunya.
Tras el 1-O, parece que Europa miró a otro lado.
No estoy de acuerdo. El 1-O, Charles Michel, primer ministro belga, tuiteó: “Basta de violencia policial y diálogo político”. Eso detuvo la violencia en Barcelona, pero siguió en Lleida. El 17 de octubre, Michel dijo en el diario Le Soir que una mayoría de primeros ministros de la UE apoyaban su tuit. Merkel preguntó a Rajoy sobre Catalunya y el comisario Oettinger propuso el federalismo alemán como posible salida para Catalunya.
Son tuits y declaraciones a título personal, no posicionamientos institucionales ni sanciones.
Los principales líderes europeos dicen que una Escocia independiente volvería de inmediato a la UE. Mire si dice cosas Europa.
Suelen etiquetarle como “liberal” o “neoliberal”. ¿Dónde se sitúa?
El binomio izquierda-derecha es de los años 80. Me defino como liberal de izquierda. Solo las empresas crean riqueza, empleo y pagan impuestos. Hay que facilitarles el trabajo y, una vez creada riqueza y pagados impuestos, debe haber cierta redistribución. Mi izquierda es de igualdad de oportunidades, no de resultados. Esta última es para mi una mala izquierda.
¿Impuesto de sucesiones sí o no?
El problema no es ese, sino el expolio fiscal. Según nuestras estimaciones, Catalunya pagó en 2019 entre 75.000 y 80.000 millones en impuestos, cuando el presupuesto de la Generalitat es de 27.500. El problema es la diferencia entre lo que la Generalitat puede gastar y el esfuerzo tributario de los catalanes.
¿No va a contestar a la pregunta?
Es mirar el dedo y no la luna. El impuesto de sucesiones son solo unos cientos de millones. El problema es que la Generalitat no recauda impuesto de sociedades, IVA, IRPF, ni las cotizaciones a la seguridad social, y el agujero es cada vez mayor.
Otros partidos han cuestionado si su papel conseller se superponía al de candidato. El PDeCAT habló de un “turista en coche oficial”.
Los consellers van en coche oficial. El presidente del Gobierno y los ministros siguen siéndolo en campaña. Hay necesidad de protección, y si queremos creer que Catalunya es un país que quiere ser normal, hay debates que deberían estar superados.
Cuando Salud ha anunciado restricciones, usted ha salido a puntualizar o a plantear alternativas.
España quiere gestionar la pandemia sin rebajar impuestos ni inyectar capital a empresas. Nosotros hemos intentado combinar restricciones a la actividad y la movilidad con mantener un hilo de actividad y salvar el máximo de tejido productivo.Pilotamos tan bien como sabemos la dualidad de vida y economía, De salud y economía.
Dentro del Govern...
Nos entendemos muy bien. Si cerrásemos de octubre a marzo todos los comercios y restaurantes, no quedaría ni uno.
