Rusia ataca la acería de Mariúpol pese a que anunció un alto el fuego

El Ejército de Ucrania acusó ayer a Rusia de incumplir el alto el fuego en los alrededores de la acería de Azovstal, el último reducto de la resistencia ucraniana en Mariúpol, y continuar el asalto de la planta, mientras Moscú negó haber reanudado la ofensiva contra el complejo siderúrgico, donde aún se encuentran en torno a unos 200 civiles, según los cálculos de Kiev. “Los rusos no respetan su promesa de tregua y no permiten la evacuación de civiles”, escribió en Telegram Sviatoslav Palamar, subcomandante del Regimiento Azov, que defiende la instalación siderúrgica. El ministerio de Defensa de Rusia prometió el miércoles abrir los días 5, 6 y 7 de mayo corredores humanitarios para la evacuación de los civiles que se refugien en Azovstal, y aseguró que les permitiría viajar hacia territorio ucraniano o ruso.

Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseveró por la tarde que sus fuerzas siguen cumpliendo la orden del presidente de no asaltar la acería, y acusó a las fuerzas ucranianas de ser “conocidos por producir mentiras y falsificaciones de manera continua”. Insistió en que la orden de suspender el asalto de Azovstal sigue en pie, aunque subrayó que el bloqueo de la fábrica continúa.Más allá de Mariúpol, en el 71 día de invasión, el Ejército ruso intensificó sus ataques en el sur este del país vecino, que dejaron al menos dos muertos y veinticinco heridos, según fuentes ucranianas. Además, el mando militar ruso informó del derribo de tres aviones de combate de las Fuerzas Armadas ucranianas, así como de 14 drones.

Por otra parte, la inteligencia de EEUU ha facilitado información a Kiev sobre unidades militares rusas con el objetivo de ayudar a Ucrania a atacar a generales rusos, según han confirmado los servicios estadounidenses al diario The New York, que el miércoles apuntó que alrededor de doce altos mandos rusos han muerto en el frente desde el inicio de la invasión.En otro orden de cosas, la Policía Nacional detuvo ayer en Roda de Barà al bloguero y opositor ucraniano Anatoli Shariy, reclamado por un delito de traición y propaganda. Por la tarde, la Audiencia Nacional decretó su puesta en libertad provisional con medidas cautelares.

Los veintisiete retrasan el debate sobre las sanciones al Kremlin

Los países de la Unión Europea debatirán hoy la nueva ronda de sanciones contra Rusia, el sexto paquete correctivo y el más polémico, pues contempla un veto a las importaciones de petróleo ruso, aunque por fases y con prórrogas para algunos países como Eslovaquia y Hungría por su fuerte dependencia al suministro del Kremlin. Los veintisiete tenían previsto celebrar ayer una reunión entre embajadores ante la UE.

Esta fue cancelada, por lo que el debate quedó retrasado al encuentro ordinario previsto para hoy. El objetivo es que las capitales aprueben las sanciones este fin de semana. No obstante, la aprobación de estas sanciones requieren unanimidad entre los países miembros, y la Hungría que gobierna Víctor Orban y la Eslovaquia que dirige Eduard Heger ya habían avisado de que rechazarían un embargo al petróleo ruso por el impacto que generaría en sus economías.