FIN DE UN POTIFICADO
Todo listo para la gran despedida
Los líderes mundiales se reúnen hoy en una Roma blindada para las exequias al papa Francisco. Unas 250.000 personas han dado su último adiós al pontífice en la basílica de San Pedro

La gente hace cola para rendir homenaje al papa Francisco en la Basílica de San Pedro. - CHRISTOPH REICHWEIN / DPA
Roma está prepara para despedir hoy al papa Francisco después de casi 13 años de pontificado. Lo hace blindada para recibir riadas de fieles y líderes de todo el mundo. De hecho, se espera que lleguen unas 150 delegaciones internacionales para participar en un ritual masivo y de impacto global que empezará a las diez de la mañana en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Aunque la cita estará marcada por la asistencia de reyes, príncipes, ministros y dirigentes mundiales, el día acabará dando protagonismo a los más humildes. Así, serán personas sin techo, migrantes y prisioneros quienes acojan el cuerpo del papa en la basílica de Santa María la Mayor, donde será enterrado.
La capilla ardiente del papa Francisco se cerró ayer a las ocho de la tarde después de tres días en los que más de 250.000 personas se aglomeraron en largas colas en la plaza de San Pedro para darle un último adiós.
Antes de ser sellado en un sencillo ataúd, el cuerpo estuvo expuesto sin los tradicionales catafalcos ni el báculo papal, tal y como ordenó él mismo, pero ataviado con la mitra blanca en la cabeza y vestido con una casulla roja.
A pesar de ser un acto litúrgico, el funeral del papa llega marcado por un contexto de enormes tensiones geopolíticas a escala global por las negociaciones de un acuerdo de paz en Ucrania, así como la guerra de aranceles abierta por Donald Trump que enfrenta a Estados Unidos y China.
En el caso de la delegación española, será bastante numerosa y estará liderada por los reyes, las vicepresidentas María Jesús Montero (PSOE) y Yolanda Díaz (Sumar), y el líder de la oposición, el popular Alberto Núñez Feijóo. Todo ello, en una larga lista de mandatarios donde también estará el obispo de la Seu d’Urgell y copríncipe de Andorra, Joan Enric Vives.
Tal y como indicaron desde la Santa Sede, la voluntad es que el funeral sea el de un “pastor” más que el de un soberano y un jefe de Estado. Por este motivo, se han aplicado varios cambios en el ritual siguiendo las indicaciones que Francisco dejó en vida.
Una de ellas es dónde será enterrado. Por expreso deseo de Francisco su tumba se colocará en la basílica de Santa María la Mayor, que ha sido fabricada con mármol de la región italiana de Liguria y lleva la inscripción Franciscus, además de la reproducción de su cruz pectoral del Pontífice.
Mientras, el Vaticano tiene previsto cerrar al público la capilla Sixtina a partir del lunes, para preparar el Cónclave del que saldrá el nuevo papa, tras la muerte de Francisco.
La elección del papa no está exenta de cierta polémica. El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano con Francisco, ha mostrado dos cartas mecanografiadas y firmadas por el papa en las que Bergoglio planteaba excluir del Cónclave al cardenal Angelo Becciu, condenado por un caso de presuntas irregularidades financieras en el marco de la compra fraudulenta de un edificio en el centro de Londres.